"Veritas in caritate" (Verdad en caridad) podría ser el título de la primera encíclica social del Papa Benedicto XVI, que debiera darse a conocer en los próximos días. El documento, que debió ser publicado en 2007, al celebrarse el 40 aniversario de la Encíclica Social Populorum Progressio de Pablo VI, se demoró por una serie de razones. La crisis financiera obligó a Benedicto XVI a generar una revisión de sus distintas propuestas para la justicia global.
El documento que sale a la luz apunta a que "Dios es caridad" y que todo proviene de la caridad. Sin embargo, la caridad deriva hacia un sentimiento que la deja al margen de los contenidos y de las relaciones sociales; de este modo, la acción social queda a merced de intereses privados y de lógicas de poder, con efectos destructivos para la sociedad y el hombre actual.
El texto plantea que la Iglesia no ofrece soluciones técnicas y no busca interferir en la política de los Estados; sin embargo, tiene la misión de anunciar la verdad, también en la esfera social.
Causas de la crisis
La crisis económica actual tiene diversos niveles de responsabilidad; desde los que gobiernan los asuntos públicos y los que gestionan las instituciones financieras, hasta los que tienen la función de controlarlas. La corrupción y la ilegalidad se presentan lamentablemente tanto en el comportamiento de los agentes económicos y políticos de los países ricos, como en el de los países pobres.
El atropello de los derechos a los trabajadores se ha llevado a cabo tanto por algunas empresas transnacionales como por diversos grupos de producción en los países pobres o emergentes. Las ayudas internacionales no han logrado sus metas, por las irresponsabilidades radicadas en la cadena de los donantes o de los usuarios.
En su carta pastoral, el Papa observa que el hombre actual vive en un consumismo excesivo radicado en el endeudamiento, que se opone a una oportuna moderación y que ha contribuido a debilitar la familia, aumentando sus riesgos e inquietudes.
Este modelo ha contribuido a debilitar el espíritu empresarial, ofreciendo primero falsas perspectivas de crecimiento y provocando después la necesidad de reducir la producción con el riesgo del desempleo. También ayudó a crear valores de mercado, ligados a un crecimiento ilusorio que luego se derrumbó, consumiendo riqueza y ahorro.
La globalización ha generado cambios importantes en el ámbito financiero, industrial, sindical, político y cultural con consecuencias muy positivas, pero también con peligros notables, si no se gestiona de una manera humanista.
La caridad y la verdad proponen un empeño nuevo y creativo, aunque ciertamente amplio y complejo: se trata de dilatar la razón y hacerla capaz de conocer y orientar esta nueva dinámica en la perspectiva de la "civilización del amor". El hombre es, en efecto, el autor, el centro y el fin de toda la vida socioeconómica.
La caridad no excluye el saber, más aún lo requiere, lo promueve y lo anima desde dentro. Esto significa que la evaluación moral y la investigación científica deben crecer juntos y que la caridad debe animarlas en un todo armónico.
Elemento innovador
Un elemento bastante innovador del documento es la importancia que concede a la relacionalidad. La soledad es una de las más profundas pobrezas que el hombre puede experimentar; incluso otros tipos de pobreza, incluyendo las materiales, nacen del aislamiento, de la falta de amor o de la dificultad de amar.
La pobreza a menudo procede de rechazar el amor a Dios y de un trágico aislamiento de la persona, pensando que se basta a sí mima o que es un episodio insignificante y un pasajero en el universo.
El tema del desarrollo coincide, por lo tanto, con el de la inclusión relacional de todas las personas y todos los pueblos en una única familia humana, que se construye con una solidaridad basada en los valores fundamentales de la justicia y la paz. Siendo Dios el único fundamento seguro de esa fraternidad.
Fuente: Alerta Digital
El documento que sale a la luz apunta a que "Dios es caridad" y que todo proviene de la caridad. Sin embargo, la caridad deriva hacia un sentimiento que la deja al margen de los contenidos y de las relaciones sociales; de este modo, la acción social queda a merced de intereses privados y de lógicas de poder, con efectos destructivos para la sociedad y el hombre actual.
El texto plantea que la Iglesia no ofrece soluciones técnicas y no busca interferir en la política de los Estados; sin embargo, tiene la misión de anunciar la verdad, también en la esfera social.
Causas de la crisis
La crisis económica actual tiene diversos niveles de responsabilidad; desde los que gobiernan los asuntos públicos y los que gestionan las instituciones financieras, hasta los que tienen la función de controlarlas. La corrupción y la ilegalidad se presentan lamentablemente tanto en el comportamiento de los agentes económicos y políticos de los países ricos, como en el de los países pobres.
El atropello de los derechos a los trabajadores se ha llevado a cabo tanto por algunas empresas transnacionales como por diversos grupos de producción en los países pobres o emergentes. Las ayudas internacionales no han logrado sus metas, por las irresponsabilidades radicadas en la cadena de los donantes o de los usuarios.
En su carta pastoral, el Papa observa que el hombre actual vive en un consumismo excesivo radicado en el endeudamiento, que se opone a una oportuna moderación y que ha contribuido a debilitar la familia, aumentando sus riesgos e inquietudes.
Este modelo ha contribuido a debilitar el espíritu empresarial, ofreciendo primero falsas perspectivas de crecimiento y provocando después la necesidad de reducir la producción con el riesgo del desempleo. También ayudó a crear valores de mercado, ligados a un crecimiento ilusorio que luego se derrumbó, consumiendo riqueza y ahorro.
La globalización ha generado cambios importantes en el ámbito financiero, industrial, sindical, político y cultural con consecuencias muy positivas, pero también con peligros notables, si no se gestiona de una manera humanista.
La caridad y la verdad proponen un empeño nuevo y creativo, aunque ciertamente amplio y complejo: se trata de dilatar la razón y hacerla capaz de conocer y orientar esta nueva dinámica en la perspectiva de la "civilización del amor". El hombre es, en efecto, el autor, el centro y el fin de toda la vida socioeconómica.
La caridad no excluye el saber, más aún lo requiere, lo promueve y lo anima desde dentro. Esto significa que la evaluación moral y la investigación científica deben crecer juntos y que la caridad debe animarlas en un todo armónico.
Elemento innovador
Un elemento bastante innovador del documento es la importancia que concede a la relacionalidad. La soledad es una de las más profundas pobrezas que el hombre puede experimentar; incluso otros tipos de pobreza, incluyendo las materiales, nacen del aislamiento, de la falta de amor o de la dificultad de amar.
La pobreza a menudo procede de rechazar el amor a Dios y de un trágico aislamiento de la persona, pensando que se basta a sí mima o que es un episodio insignificante y un pasajero en el universo.
El tema del desarrollo coincide, por lo tanto, con el de la inclusión relacional de todas las personas y todos los pueblos en una única familia humana, que se construye con una solidaridad basada en los valores fundamentales de la justicia y la paz. Siendo Dios el único fundamento seguro de esa fraternidad.
Fuente: Alerta Digital
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