
En esta verdadera fiesta de la fe, han tenido gran protagonismo los miles de jóvenes venidos de todas partes. Esta madrugada han celebrado una Vigilia de Oración preparatoria del gran acto de hoy, organizada por el movimiento Jóvenes por el Reino de Cristo (JRC), con el apoyo del Departamento de Juventud de la CEE.
Ante unas 20.000 personas, el cardenal Rouco ha afirmado que nuestra nación está “marcada en lo más profundo de su alma y de su ser histórico por la profesión de la fe católica”.

Para el purpurado, “ni la llamada cuestión social con la hiriente y dramática explotación de los trabajadores y sus familias, ni la problemática de la deseada unidad y concordia de las naciones europeas habían encontrado nuevos horizontes que indicasen la recta dirección para una solución justa y duradera”.

Los tiempos han cambiado pero, también hoy, necesitamos “los bienes de la reconciliación, de la solidaridad, de la justicia, de la concordia y de la paz”, ha proseguido el cardenal Rouco.
En su homilía, el presidente del episcopado español ha recordado también a la última víctima de ETA, “un servidor de la seguridad y de la paz de todos los españoles” y ha orado por “todas las familias de nuestra patria y todos los españoles, para que Cristo nos conceda por medio de su Espíritu robustecernos en lo profundo de nuestro ser”.

Además, se ha preguntado si nuestra nación puede “encontrar hoy los caminos de un futuro pleno de los bienes que constituyen y aseguran la dignidad de la persona y el bien común de todos sus hijos e hijas abandonando la fe de sus mayores”.
“¡Quiera Nuestro Señor Jesucristo reinar hoy y siempre en España, en el corazón de sus hijos y de sus hijas, como lo había prometido al Siervo de Dios, Bernardo de Hoyos!”, ha deseado. “Que Cristo habite por la fe en nuestros corazones, que el amor sea nuestra raíz y nuestro cimiento”. “Sólo así podemos ser testigos de la esperanza gozosa y eterna”, ha concluido.
Fuente: Alba Digital
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