Divina Misericordia

jueves, 1 de noviembre de 2012

Un grupo pro abortista amenaza de muerte al ex administrador de Cáritas de la Diócesis Segorbe-Castellón, Cesáreo Jarabo



Militantes pro vida frente clínica Mediterránea Médica en Castellón
Clínica abortista Mediterránea Médica
  *La Policía huyó del acto dejando sin protección al grupo pro-vida a sabiendas de la peligrosidad del “grupo de radicales  maulets”
 *Pro-abortistas en Castellón gritan contra la Conferencia Episcopal, contra los curas y el Obispo Casimiro López

Un numeroso grupo pro-abortista, en su mayoría “maulets” se ha contra manifestado en la tarde noche de hoy frente al “acto religioso en defensa del nasciturus” organizado por la Asociación Castellón por la vida. En clara actitud “desafiante y chulesca” un centenar de radicales de izquierda bajo las banderas “maulets” se han enfrentado a la pacífica manifestación en “defensa de la vida” que tiene lugar todos los últimos viernes de mes frente la clínica abortista “Mediterránea Médica”.

A las 20:00 horas de hoy viernes, debería haber comenzado en Castellón “la velada por la vida”, manifestación autorizada que promueve “Castellón por la Vida”, como regularmente viene haciendo durantes estos últimos años, con motivos de denunciar la actual ley del aborto. Pero hoy no ha sido un viernes normal de protesta y denuncia contra esta normativa sanitaria y decimos esto, por que a la misma hora y en el mismo lugar había convocada una manifestación ilegal a favor del aborto libre y grauito. Un centenar de personas ataviados de pancartas se han colocado a diez metros de la concentración a favor de la vida, lo que ha retrasado el inicio del protocolo del acto frente a la mencionada clínica ginecológica.
Es la primera vez vez que estos grupos de “la izquierda negra-radical” se manifiesta contra los pro vida en Castellón de la Plana y es la primera vez que un grupo anti-sistema actúa y utliza la violencia verbal contra una manifestación de carácter legal y pacífica en Castellón, con la intención clara de boicotear esta concentración.

El acto empezó con un responso en memoria de Jaume Castelló, padre de José Antonio Castelló, miembro de una organización que convoca mensualmente la velada por la vida, acto que no fue respetado por los alborotadores de la contramanifestación..



Tras haber precisado la presencia de la Policía por parte de los activistas pro derechos humanos, esta estuvo presente en el lugar y se largó inmediatamente, en clara actitud vergonzosa, dejando sin protección alguna a las diversas personas concentradas bajo la amenaza constante del grupo radical, que proferían gritos esperpénticos cuando los asistentes rezaron el Ave María y el Padre Nuestro, entonces empezaron los agrabios e insultos como estos: “Hay que quemar, hay que quemar, la Conferencia Episcopal”, “Aborto SI, pedrastia NO””nosotras parimos, nosotras decidimos”, “España fascista, vixca Cataluña”, “falangistas vosotros sois los terroristas”, “sácame el rosario de nuestros ovarios”, entre otros improperios en que no se libró ni el Obispo Casimiro López, advirtiéndole que iban a quemar sus dos catedrales, (refiriendose a la de Segorbe y Castellón).

La tormenta verbal no cejó mientras los miembros pro derechos humanos y provida leían un manifiesto a favor de la madre embarazada y a favor de la vida. Bandera rojas y moradas al viento, atuendo de los proabortistas, no cejaban de ondear mientras los gritos seguían, bajo los insultos de: criminales, fascistas y curas, os vamos a quemar, corearon.

Finalmente, cuando miembros de la formación de izquierda-radical, se percataron de la presencia de Cesáreo Jarabo, ex miembro de Cáritas, politólogo y miembro de la Asociación “Colectivo33”, los maleantes de izquierdas “maulets” lanzaron gritos contra él, profiriendo amenazas de muerte contra su persona, coreando… “Jarabo fascista, estás en nuestra lista…”, “No te vas a escapar, te vamos a matar”, “fascista cabrón te vamos a matar”, cuando en ese justo momento empezaron a lanzar bolas de naranjas verdes que afortunadamente no llegaron a impactar en su rostro. Todo esto ocurrió bajo la permisibilidad de la Policía, que tan sólo mantuvo un dispositivo secreto con dos agentes de incógnito .