Divina Misericordia

viernes, 24 de octubre de 2014

Las Doncellas Segorbinas celebran el sábado el aniversario de su refundación

El sábado que viene, 25 de octubre, las Doncellas Segorbinas de la Virgen de la Cueva Santa conmemorarán el 75 aniversario de su refundación. Ya en septiembre, con motivo de la fiesta de la Patrona de Segorbe, hubo una primera celebración en la que la actual Junta invitó a participar de manera particular en la procesión a cien de las primeras integrantes desde 1940. Entre las más mayores, con más de 90 años, siguen vivas Encarna Carrión y Purificación Carot, que no pudo asistir por motivos de salud. Esta semana se celebrará una eucaristía en la Iglesia del Seminario a las 12h, seguida de un tiempo de oración y un ágape fraterno.

Las Doncellas Segorbinas es una asociación vinculada a la advocación de la Virgen de la Cueva Santa que cuenta con más de 800 asociadas. Además de cuidar de la imagen de la patrona de la ciudad en Seminario, organizan la fiesta y diversas actividades lúdico culturales para niños y jóvenes, como un concurso de poesía y otro de dibujo. La actual Junta, integrada únicamente por chicas solteras, está formada por Begoña Borrás, presidenta, Victoria Giménez, secretaria, Estefanía Sales, tesorera, y MªTeresa Giménez, Elisa y María Serra, Wendy Muñoz, Irene Ferrer y Carmen Sánchez, vocales.

Fuente:obsegorbecastellon.com

Más de 250 profesores de Religión reciben la Missio de manos del obispo de Segorbe-Castellón

Castellón/ESPAÑA.- Más de 250 profesores de religión de la Diócesis de Segorbe-Castellón recibieron ayer por la tarde, 21 de octubre, la “Missio Canónica” de manos del Obispo Mons. Casimiro López Llorente, para poder impartir religión y moral católica en colegios públicos y concertados. La entrega tuvo lugar en el marco de una Eucaristía en la Basílica de la Virgen del Lledó

Mons. Casimiro López Llorente aseguro que “ante una sociedad que hace aguas, los jóvenes están pidiendo valores, los valores del Evangelio”

El obispo insistió a los profesores en que “lo realmente importante” es su testimonio de vida: “no podemos dar a conocer a Dios a nuestros alumnos, dijo, si primero no lo conocemos y, más aún, si no lo vivimos”. Y en este sentido, les recomendó “estar integrados en las parroquias”. López Llorente resaltó la importancia que tiene para un profesor de Religión la formación permanente e integral, el cuidar la vida espiritual, el participar en la comunidad eclesial donde estén, así como aprovechar la formación que ofrecen sus centros educativos y la Delegación de Enseñanza.

 Mons Casimiro López pidió a todos los profesores que vivan “con dedicación y entrega la misión que tienen en sus manos” y que sean “discípulos misioneros para contribuir en la formación de ese “hombre nuevo” que está creciendo”.

Además de la DECA, como condición indispensable para ejercer la docencia de la Religión y Moral católica en Primaria y la Licenciatura en Ciencias Religiosas para Secundaria, el profesor recibe la Misión Canónica, es decir, el envío oficial del Obispo de la Diócesis para que realice la tarea que la Iglesia le encomienda en el Centro educativo, por la cual le reconoce y acredita la idoneidad eclesial católica.

(Diócesis de Segorbe-Castellón)

martes, 21 de octubre de 2014

Misa de Acción de Gracias por la beatificación de Álvaro del Portillo

El obispo diocesano, Mons. Casimiro López presidió la Misa en Acción de Gracias por la beatificación, el pasado día 27 de septiembre, de Álvaro del Portillo, obispo y sucesor de San Josemaría Escrivá al frente del Opus Dei. Más de un centenar de personas participaron en la celebración.

Mons. Casimiro López Llorente destacó su humildad y fidelidad a la Iglesia. Y dijo que, como todos los santos, es un modelo de cómo imitar a Jesucristo.

Del Portillo fue un sacerdote madrileño que se distinguió por su manera de encarnar el espíritu del Opus Dei, que es santificarse en las tareas ordinarias. Del Portillo vivió con gran pasión y en grado heroico su vocación y amor a la Iglesia y a la Obra.

Fuente: obsegorbecastellon.es

domingo, 19 de octubre de 2014

El obispo de Segorbe-Castellón recuerda el compromiso solidario de los misioneros y misioneras

El obispo de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, dedica su carta semanal a la Jornada del Domund que se celebra este domingo.

Octubre es el mes misionero por excelencia. Este domingo, 19 de octubre, celebramos con toda la Iglesia católica la Jornada Mundial de las misiones, el día del Domund.

 Cada año, este día constituye una ocasión privilegiada para que todos los integrantes del Pueblo de Dios tomemos conciencia de la permanente validez del mandato misionero de Jesús de hacer “discípulos a todos los pueblos” (Mt 28, 19), porque aún son muchos los que no conocen a Jesucristo. El mandato y el compromiso misionero, también en la misión ad gentes, valen para todos, porque la misión atañe a todos los cristianos: a nuestra Iglesia diocesana, a las parroquias, y a las comunidades, movimientos y asociaciones eclesiales. Todos los miembros de la Iglesia estamos llamados a participar en la misión que el Señor nos ha confíado, ya que la Iglesia es misionera por naturaleza: la Iglesia ha nacido “en salida”, nos dice el Papa Francisco.

El encuentro con Jesucristo llena el corazón de alegría e impulsa a todo cristiano a confesar y testimoniar su fe en Cristo para que la alegría de la salvación llegue a todos. Quien se ha encontrado personalmente con Jesucristo no puede retenerlo para sí; el amor personal de Dios que experimenta y la alegría que brota del encuentro sanador y salvador con Cristo, le impulsa a anunciarlo con alegría a los demás por la palabra y por el testimonio de vida. Es lo que experimentaron aquellos setenta y dos discípulos a quienes Jesús envío de dos en dos a anunciar, a proclamar que el Reino de Dios había llegado, y a preparar a los hombres al encuentro con Jesús. Después de cumplir con esta misión de anuncio, los discípulos volvieron llenos de alegría: la alegría es un tema dominante de esta primera e inolvidable experiencia misionera.

Esta misma alegría es la que testimonian una y otra vez nuestros misioneros que entregan su vida, aún a riesgo de perder la salud y su vida, como ocurre en los países que sufren la epidemia del ébola. Ellos prefieren siempre quedarse en la misión y no abandonar a los suyos para compartir con ellos su experiencia del amor de Dios. Por ello, esta Jornada debe servir para renovar y potenciar nuestro recuerdo agradecido, nuestra oración sincera y nuestro compromiso solidario con tantos misioneros y misioneras, que, siguiendo la llamada del Señor, lo han dejado todo y entregan su vida para que la Buena Nueva resuene en todos los continentes. Ofrezcamos nuestra oración y tengamos gestos concretos de solidaridad para ayudar a las Iglesias jóvenes en los territorios de misión. Son muchas y, en algunos casos extremas, las carencias y necesidades materiales de los misioneros en el cumplimiento de su tarea evangelizadora y de promoción del desarrollo integral de las personas, en especial de los más pobres.

No podemos dudar que la colecta de esta Jornada va destinada totalmente a las misiones y así a los más desfavorecidos de la tierra. Incluso en tiempos de crisis económica, su situación de olvido, de descarte, de pobreza, de injusticia y de marginación nos sigue interpelando y nos llama a un mayor esfuerzo en nuestra colaboración generosa en la colecta de este día. No busquemos justificaciones fáciles para inhibirnos.

Redoblemos, pues, nuestro compromiso con la misión y las misiones. El Señor nos llama a compartir nuestros bienes para que alegría del Evangelio llegue a todos, a los más pobres y desfavorecidos de la tierra.

Con mi afecto y bendición, 
Casimiro López Llorente 
Obispo de Segorbe-Castellón

jueves, 16 de octubre de 2014

Demandan en España a Mons. Reig Pla por denunciar "holocausto" del aborto

D. Juan Antonio Reig Plá
El lobby anti-vida en España presentó hoy una demanda contra el Obispo de Alcalá de Henares, Mons. Juan Antonio Reig Pla, por haber criticado en una carta pastoral el retiro del proyecto para la reforma de la ley del aborto, en la que comparó al autodenominado “Tren de la libertad”, una institución que reúne a diversos grupos abortistas, con los trenes que llevaban a los judíos a los campos de concentración nazi en Auschwitz.

El “Tren de la Libertad” exige al Obispo que "se retracte públicamente" y que pague "una indemnización simbólica" que se destinará a la "planificación familiar". La demanda también se ha presentado contra el sitio web Infovaticana, por haber publicado el texto de Mons. Reig Pla.

"Creemos que comparar esta movilización cívica y social en defensa del acceso a un derecho básico de las mujeres con los campos de concentración que los nazis instalaron en Polonia para el exterminio de más de un millón de personas constituye un delito de injurias graves", afirman los demandantes.

Por su parte, el secretario general del PSOE de Alcalá de Henares, Javier Rodríguez Palacios, espera que en el municipio local se llegue al "máximo consenso" para "que todos los grupos parlamentarios apoyen la destitución del Obispo y la pidamos a la Conferencia Episcopal y, por consiguiente, al Papa Francisco".

En la carta pastoral, el Obispo de Alcalá de Henares lamentaba que, “desde la lógica del horror el secretario general del PSOE ensalzó en la Estación de Atocha de Madrid el mal llamado ‘tren de la libertad’ en el que algunas mujeres reclamaban ‘el derecho a decidir matar inocentes’; este tren, como los trenes de Auschwitz que conducían a un campo de muerte, debería llamarse, no el ‘tren de la libertad’ sino, el ‘tren de la muerte’, del ‘holocausto’ más infame: la muerte directa y deliberada de niños inocentes no-nacidos".

El Prelado denunciaba el "holocausto silencioso" del aborto y señalaba además que "no se puede justificar, apelando a la libertad, lo que de sí es una acción criminal que mata a un inocente, corrompe a la mujer, a quienes practican el aborto, a quienes inducen al mismo y a quienes, pudiendo con medios legítimos, no hacen nada para evitarlo". Comunicado del Obispado de Alcalá de Henares

Tras conocer la demanda presentada contra Mons. Reig Pla, el Obispado de Alcalá de Henares dio a conocer un comunicado en el que afirma que “como profetizó Cristo, se constata que la historia de persecución a la Iglesia Católica se repite desde hace 2000 años”.

El texto indica luego que “como ya se ha explicado en otras ocasiones, este respeto por las personas e instituciones obliga a recordar la inviolabilidad del derecho humano fundamental a la libertad religiosa. Ninguna institución humana está legitimada para juzgar y, menos aún, impedir que se enseñen los contenidos de la doctrina católica”.

Además, precisan, “cuando tal juicio e intento de conculcar la libertad religiosa procede formalmente de una institución política, se produce una triste e intolerable violación de los derechos de la Iglesia”.

La diócesis de Alcalá de Henares, prosigue el texto, “confiesa todos y cada uno de los artículos de la fe y la moral católicas, también en lo que se refiere al crimen abominable del aborto (Cf. Concilio Vaticano II, Gaudium et spes, 51), ciertamente un continuo holocausto de vidas humanas inocentes (San Juan Pablo II, 29-12-1997). Dicha doctrina puede consultarse en el Catecismo de la Iglesia Católica y en otros documentos de la Iglesia.

 “Nuestro padre y pastor, el Obispo de Alcalá de Henares, Mons. Juan Antonio Reig Pla, siempre ha enseñado, con claridad, caridad y verdad, la doctrina católica; y así seguirá haciéndolo, con la gracia de Dios. Además, Mons. Reig da gracias a Dios por el enorme privilegio de verse perseguido por causa de la justicia, ahora en defensa de los niños no-nacidos”.

El comunicado concluye exhortando a la oración por la libertad religiosa en España, por el Obispo y por quienes “sostienen las ‘estructuras de pecado’ que promueven el inexistente derecho a matar inocentes ?el lobby abortista y sus apoyos políticos y mediáticos”.

Fuente: aciprensa.com

lunes, 13 de octubre de 2014

El obispo de Segorbe-Castellón insta a los presos a que "recuperen su dignidad"

foto:merced-albocacer
El obispo de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, dedica su carta dominical de esta semana a la próxima celebración, el día 24, de la festividad de la Virgen de la Merced, patrona de las instituciones penitenciarias.

Queridos diocesanos:

Este próximo miércoles, 24 de septiembre, celebraremos la memoria litúrgica de Ntra. Sra. de la Merced, patrona de las instituciones penitenciarias. Comienzo saludando cordialmente a todos los hermanos y hermanas que están privados de libertad, a los funcionarios de los
Centros Penitenciarios de Castellón y a los capellanes y voluntarios del la Pastoral Penitenciaria. A todos os deseo una celebración gozosa de la fiesta de la Virgen de la Merced.

El servicio pastoral de nuestra Diócesis en los dos centros penitenciarios de Castellón tiene su origen en la bienaventuranza de Jesús: “venid, benditos de mi Padre… porque estuve en la cárcel y me visitasteis” (Mt 25, 34.36). Jesús se identifica en este pasaje evangélico con los encarcelados: "cuando lo hicisteis con uno de estos mis pequeños hermanos, conmigo lo hicisteis". Ya la Iglesia primitiva muestra su preocupación por los encarcelados compartiendo su sufrimiento (Hbr 13,3).

Los capellanes y voluntarios seglares que trabajan en la pastoral penitenciaria, en comunión y en nombre de nuestra Iglesia particular, tratan de vivir las palabras de Jesús. Al mismo tiempo trabajan por crear en los centros penitenciarios una autentica comunidad de creyentes. En ellos fomentan la creación de catecumenados de adultos y ofrecen a los internos la oportunidad de tener un encuentro fuerte con Jesucristo, por medio de la recepción de los sacramentos de la iniciación cristiana. Convencidos de que Jesucristo es el mejor tesoro que posee la Iglesia y de que su seguimiento es fuente de gozo, paz, alegría y esperanza, los capellanes y voluntarios tratan de compartir con los internos su mayor riqueza, conscientes de que éste es el mejor servicio que pueden prestarles. En su trabajo en la cárcel no olvidan la promoción humana de los internos, la meta de la reinserción y la relación con sus familias, para lo cual es importante la conexión con las parroquias de origen y la colaboración con Caritas Diocesana.

Capellanes y voluntarios tienen por delante una importante tarea: siendo heraldos de la misericordia y del perdón infinitos de Dios, han de ayudar a los internos a recuperar su dignidad personal y la esperanza así como a redescubrir el sentido de la existencia, de manera que, con la gracia de Dios, puedan transformar su propia vida, reconciliarse con su entorno e iniciar una vida honesta y recta en el seno de la sociedad.

 En las vísperas de la fiesta de Ntra. Sra. de la Merced agradezco a capellanes y voluntarios su excelente servicio e invito a todos los fieles de la Diócesis y a las parroquias a colaborar en la pastoral penitenciaria: en primer lugar con la oración que sostiene las actividades que se realizan, y también implicándose personalmente en las visitas, en las ayudas económicas y en el trabajo pastoral en la prisión y fuera de ella.

 Concluyo dirigiéndome a los internos de los Centros Penitenciarios de Castellón: Queridos amigos: Dios os ama. Esta es la primera seguridad con que podéis contar y el manantial de la verdadera alegría. Fuera de la prisión hay muchas personas que tienen todo lo que se puede desear y no son felices. Por el contrario, se puede carecer de libertad y de dinero, y vivir con paz y alegría, si en nuestro corazón está el Señor. Este es el secreto de la auténtica alegría: que os dejéis amar por Dios y que Él ocupe el primer puesto en vuestra vida. Contad con mi afecto y con mi oración por vosotros y por vuestras familias.

Con mi afecto y bendición, 
Casimiro López Llorente 
Obispo de Segorbe-Castellón

sábado, 11 de octubre de 2014

El obispo de Segorbe Castellón recuerda el papel renovador de Santa Teresa de Jesús

El obispo de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, dedica su carta dominical de esta semana al inicio, el próximo 15 de octubre, del Año Jubilar Teresiano.

Teresa de Jesús, maestra de renovación de la Iglesia

Queridos diocesanos:

 Con motivo del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, toda la Iglesia católica en España celebramos un Año Jubilar Teresiano, desde el próximo miércoles 15 de octubre hasta el mismo día de 2015. El Papa Francisco ha concedido gracias jubilares para todas las diócesis de España durante este Año Jubilar.

Teresa de Cepeda y Ahumada, Teresa de Jesús, nace en Ávila el 28 de de 1515 y muere en Alba de Tormes el 15 de octubre de 1582. Teresa fue una mujer adelantada a su tiempo, cristiana cabal y admirable, mística y andariega, reformadora y, sobre todo, santa. Le tocó vivir tiempos recios en la Iglesia y en el mundo, en especial la irrupción de la reforma luterana; y -como ella decía- "en tiempos recios, son necesarios amigos de Dios". Medio milenio desde su nacimien­to, Teresa de Jesús no ha pasado de moda; su ejem­plo sigue siendo válido y necesario para los creyentes de hoy y de todos los tiempos como fuente inagotable de virtud y de verdadera renovación y reforma.

La historia nos enseña que sólo los santos son ca­paces de superar las crisis. Teresa de Jesús, sacando fuerzas de flaquezas, unida esponsalmente a Jesu­cristo, reformará la orden carmelitana, fundará nuevos conventos, describirá como nadie las etapas y los estadios del alma y de su camino de perfec­ción, alcanzará la séptima morada del castillo interior y será para siempre maestra de vida y de oración. La clave de la vida y de la obra fundadora y reformadora de Teresa fue su amor apasionado por Jesucris­to, hasta tal punto que El le otorgó gracias y vi­siones extraordinarias.

Teresa de Ávila, una de las místicas más reconocidas, es una excelente maestra de oración. Orar es estar con Jesús, hablar con Jesús, tratar de amistad con El, que sabemos nos ama, aun estando muchas veces a solas. Ella nos enseña el camino de la ora­ción perseverante, el camino de la humildad, que es andar en la verdad, el camino de la cruz y el camino de la alegría. Precisamente por ello nos muestra el camino de la renovación personal, comunitaria y pastoral que nos pide hoy nuestra Iglesia para ser discípulos enamorados y misioneros ardorosos de Jesucristo. Las nuevas expresiones y los nuevos métodos que pedía San Juan Pablo II sólo pueden ser el resultado de un nuevo ardor. Ese fuego es el que nace en el corazón por el encuen­tro personal, renovado en la oración diaria, con el Señor Jesús, a quien Tere­sa reconoce como el Amigo verdadero y el Esposo fiel.

Como enseña el Papa Fran­cisco en Lumen fidei (n. 47), amar signi­fica mirar la realidad con los ojos del amado. Al contemplar a los demás como Cristo los ve, Teresa de Jesús se con­mueve por quienes, no participando de la alegría de la fe, se sumergen en la tristeza eterna. Ella se determina a pasar cualquier trabajo por ofrecer a sus her­manos el gozo de la salvación. Su contacto asiduo con el Resucitado lleva a la santa no solo a cambiar su vida, sino también a transformar las estructuras eclesiales para responder adecuada­mente a la modernidad. Esa es precisamente la tarea que los cristianos estamos llamados a afrontar en esta hora: una conversión que sólo es auténtica si es fecunda, si nos pone en estado de misión. La felicidad irradia, es contagiosa, y permite a cuantos nos ro­dean vislumbrar la belleza de Aquel cuya luz disipa toda tiniebla.

Que este Año Jubilar Teresiano nos ayude a todos a la renovación desde Cristo para salir con nuevo ardor a la misión.

Con mi afecto y bendición,
Casimiro López
Obispo de Segorbe-Castellón

viernes, 10 de octubre de 2014

LA VIRGEN MARÍA, REINA DE LA HISPANIDAD

Por Ángel David Martín Rubio para elmunicipio.es

Es bien conocida la página de Vázquez de Mella en la que, al evocar una serie de episodios de nuestro pasado más glorioso, acaba afirmando que «No hay acto nacional de trascendental importancia en que no aparezca la imagen de María».

A esta conclusión se llega porque el culto y el amor a la Virgen María se encuentran enlazados con toda la historia de España y brilla como una honrosa distinción en el espíritu de sus hijos. Entre esos hechos, no podían faltar el descubrimiento, conquista y evangelización de la América hispana. León XIII, en su carta apostólica “Quarto abeunte saeculo”, del 16 de julio de 1892, con ocasión del IV Centenario del Descubrimiento de América, enlazó la obra de Colón con la Virgen, recordando que la Madre del Señor asistió al Almirante en las dos fases del Descubrimiento: Preparación y travesía.

La historia nos dice que Colón y sus hombres desde un principio pusieron su empresa en manos de la Virgen María y América se llenó de lugares, santuarios, cofradías…, que conquistadores, misioneros y pobladores dedicaban a los misterios de mayor tradición hispana y a las advocaciones de sus propios lugares de origen.

Siglos más tarde, a propuesta unánime de las Cortes Generales Españolas, Carlos III solicitaba al Papa la declaración del patronazgo de la Inmaculada Concepción sobre España. Respondiendo a esta petición, Clemente XIII firmaba un Decreto el 8 de noviembre de 1760 proclamando a la Inmaculada como Patrona de España y el 25 de diciembre de 1760, la bula “Quantum Ornamenti” ratificaba de manera solemne esta proclamación. El 16 de enero de 1761, Carlos III firmaba un Decreto-Ley por el que proclamaba patrona de todos sus Reinos «a esta Señora en el misterio de su Inmaculada Concepción». Esta disposición de Ley lleva por título «Universal Patronato de Nuestra Señora en la Inmaculada Concepción en todos los Reinos de España e Indias». De esta manera alcanzaba reconocimiento oficial la veneración que durante siglos se ha dirigido en nuestra Patria a la Virgen Santísima bajo este Misterio. Y su protección se extiende a «todos los Reinos de España e Indias», es decir lo que entendemos hoy por España y las naciones de Hispanoamérica, donde recibe culto en numerosas advocaciones que, al igual que ocurría en la Península, jalonan la historia de los territorios situados entre el Atlántico y el Pacífico.

Reina de la Hispanidad

A comienzos de la década de los treinta del pasado siglo, la Cultural Isidoriana de Buenos Aires, anunció el propósito de proponer a todos los prelados hispanoamericanos que la Inmaculada Concepción, fuese proclamada solemnemente, Reina de la Hispanidad. Propondría, asimismo, que fuera el Rey de España, como sucesor de los Reyes Católicos quien presidiera la ofrenda y leyera el acto de consagración en presencia de todas las delegaciones y, por último pediría al Papa que enriqueciera con indulgencias la jaculatoria “Regina Hispanitatis, ora pro nobis” (Reina de la Hispanidad, ruega por nosotros), y a ser posible, fuese incluida en la Letanía Lauretana.

En 1946, el Consiliario Nacional de Acción Católica Española, Zacarías de Vizcarra (1880-1963), publico unas líneas elogiosas sobre la obra de Francisco Gutiérrez Lasanta titulada “La Virgen del Pilar, Reina y Patrona de la Hispanidad”. La tesis fundamental del libro quedaba a juicio de Monseñor de Vizcarra ampliamente demostrada: ninguna otra advocación de la Santísima Virgen puede alegar los mismos títulos que la del Pilar, para ser proclamada Reina y Patrona de la Hispanidad.

Recordaba también el autor como dieciséis años antes había enviado desde Buenos Aires al Congreso Mariano Hispano-Americano de 1929, en nombre del Clero Español de la República Argentina, una memoria impresa, con el título “Reina de la Hispanidad”, proponiendo que el Congreso pidiese a la Santa Sede que, tanto en España como en las demás naciones hispánicas, se pudiese añadir en la Letanía Lauretana la invocación “Regina Hispanitatis, ora pro nobis”, y fundamentando ampliamente las razones de esta petición.

Zacarías de Vizcarra relató ampliamente en “El Español” (7-octubre-1944) la ocasión que determinó el descubrimiento y promoción del vocablo “Hispanidad”, cuya creación le atribuían el propio Ramiro de Maeztu (autor de Defensa de la Hispanidad) y el cardenal Gomá (que pronunció un trascendental discurso sobre el tema):

«Por iniciativa del cónsul argentino D. Enrique Martínez Ituño, se celebró por primera vez, en la Casa Argentina de Palos, la fiesta del 12 de octubre, con el nombre de «Día de la Raza», en 1915. Esta iniciativa encontró eco simpático en América y, sobre todo, en Buenos Aires, donde tenía entonces mi residencia. En 1917, el Gobierno Argentino declaró fiesta nacional la fecha del 12 de octubre; y, aunque en el decreto no se le llamaba “Día de la Raza”, ni aparecía tampoco la palabra “raza” en todo el texto del mismo, los periódicos comenzaron a usar dicha denominación, que a mí y a otros muchos nos parecía “poco feliz y algo impropia”, como escribí en una revista de Buenos Aires. En efecto, España es la menos racista de todas las naciones. Ha sabido asociar a su familia étnica toda clase de razas blancas, negras, amarillas y cobrizas, en el Viejo y Nuevo Mundo, desde los aborígenes ibéricos, célticos, ligúricos, etc, hasta los semitas e indoeuropeos de Cartago, Arabia, Berbería, Grecia, Roma y Germania, y desde los negros o morenos de África hasta los cobrizos de América y los amarillos de Filipinas. Es ciertamente chocante que llamemos “raza” al mosaico hispánico de razas. No sé qué pensarán en sus adentros los filipinos auténticos, cuando los españoles les hablan de “nuestra raza” o lo que se imaginarán los españoles y americanos, cuando aquéllos a su vez aludan a la raza común.

Además, el artículo “la”, antepuesto a “raza”, hace pensar que no se trata de una raza cualquiera, sino de “la raza” por excelencia, la única que merece plenamente la denominación de “raza”.

Por todas estas razones busqué un nombre más simpático y exacto con que pudiera denominarse el conjunto de las veinte naciones hispánicas, para reemplazar a la palabra “raza” y designar con mayor propiedad el “Día de la Raza”.

Y encontré la palabra anticuada “HISPANIDAD”, inútil ya en el sentido que le daban los diccionarios y los autores antiguos, pero capaz de recibir dos significaciones nuevas que nos prestarían un gran servicio”.

En un artículo publicado en ABC (30-enero-1944), Eduardo Paradas ponía en relación la iniciativa que estamos glosando con la única posibilidad de una auténtica fundamentación de la Hispanidad, más allá de las comunes raíces culturales, recurriendo a sus raíces religiosas:

«Sólo la Religión podía servir de palanca de Arquímedes. Si los pueblos americanos aceptaron en otro tiempo los beneficios de la cultura hispánica, fue en tanto en cuanto los recibieron engarzados en el tesoro de la fe. Providencialmente, aun existía ese tesoro como fundamento primario y base principal del hispanoamericanismo, aunque por entonces no se le dio pábulo a causa de las vicisitudes de aquellos luctuosos tiempos […]

Aún abrigamos la firme confianza de que la nueva jaculatoria Regina Hispanitatis, ora pro nobis sea repetida diariamente en ambos mundos por más de cien millones de almas. Hay señales indelebles de que la Divina Providencia quiere perpetuar el milagro de un arco iris por encima del Atlántico»

El proyecto de proclamar a la Inmaculada como Patrona de la Hispanidad y de añadir la invocación Regina Hispanitatis a la Letanía Lauretana no salió adelante. No obstante, cuando Argentina se consagraba al Sagrado Corazón de Jesús, el 28 de octubre de 1945, Pío XII se refirió a España llamándola «gran madre de la Hispanidad»:

«Vosotros, dignos hijos de la República Argentina, habéis escrito toda vuestra historia bajo el signo de Jesucristo; pero hoy, en esta hora solemne, siguiendo principalmente el ejemplo de tantas naciones, hermanas vuestras de lengua y de sangre, —y de la misma gran madre de la Hispanidad— habéis decidido saltar a la vanguardia, al puesto de los que no se contentan con menos que con ofrecerlo todo.».

Y el 28 de abril de 1958, con motivo de la beatificación de la Madre Teresa Jornet, en el discurso pronunciado en tal ocasión el Papa calificó a la Virgen del Pilar de “Reina de la Hispanidad”. Muchos lo interpretaron como una especie de sanción solemne y reconocimiento oficial de este título glorioso.

El Pilar y Guadalupe

Tanto la Virgen del Pilar como la de Guadalupe han sido proclamadas como reinas de la Hispanidad. Para esto es En relación con la Virgen del Pilar subrayaba Zacarías de Vizcarra que, para atribuirle esta consideración era necesario que la advocación elegida recuerde no solamente a la Virgen María y a sus singulares privilegios de orden general, sino algún beneficio especial directamente relacionado con la entidad patrocinada. Concretamente, tratándose de la gran familia de naciones que se denomina Hispanidad, se necesitaba algún hecho especialmente relacionado con todos los miembros de ella, tanto los del Viejo Mundo como los del Nuevo.

«Ahora bien; el hecho especial directamente relacionado con todas las cristiandades hispánicas de ambos hemisferios es la maternidad originaria de su Fe y de sus Iglesias, maternidad que ostenta especialmente la Virgen Santísima bajo el título del Pilar, por el hecho de haber venido a España en carne mortal, como misionera de la fe de su Hijo y consoladora y alentadora del Apóstol Santiago y de sus discípulos, primer núcleo de la Iglesia Hispánica, de la cual tomó posesión al estilo romano, plantando en su suelo a modo de mojón posesorio, el Pilar de jaspe que por ministerio angélico, según antiquísima tradición aprobada por la Iglesia, trajo de Jerusalén y entregó a Santiago como base para edificar en su nombre el primer templo mariano del mundo» (Vizcarra, l.c.).

La vocación hispánica de la Basílica del Pilar es inseparable de la que late en el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, en Extremadura que estuvo íntimamente ligado tanto al descubrimiento de América como a su colonización y evangelización, con hechos tan significativos como el bautismo de los primeros indios traídos desde América. Guadalupe es también lugar en el que se hicieron presentes los Reyes Católicos, Cristóbal Colón o Hernán Cortés.

El 12 de octubre de 1928, la Patrona de Extremadura fue coronada como Reina de la Españas por el cardenal Segura. El término las Españas delimita con toda propiedad a los pueblos, extraordinariamente diversos y esparcidos, que en la Península y en América formaron la cristiandad hispánica, reserva y retaguardia en medio de la apostasía europea de la moderna civilización antropocéntrica, absolutista o revolucionaria.

«Históricamente, la tradición de las Españas es el haz unitario, el cálido crisol donde se integran y sintetizan los conjuntos de las tradiciones de cada uno de los pueblos componentes.

O sea, es la tradición única, pero variada y multiforme, en sus expresiones sociales e históricas a tenor de la idea de los fueros.

En la Península Ibérica comprende las tradiciones particulares de Asturias, Galicia, León y Portugal; de Castilla, Navarra y Vascongadas; de Cataluña, Aragón, Valencia y Baleares; de Extremadura, la Mancha y Murcia; de Jaén, Córdoba, Sevilla y Granada; de Canarias. En América comprende la de todos los pueblos que hay desde el Río Grande del Norte y las misiones de Florida, Tejas y California, hasta los estrechos descubiertos por Fernando de Magallanes. En Oceanía, la de Filipinas y otras más menudas. En Asia y África, las de las provincias portuguesas en ambos continentes. Y en Europa, la Europa geográfica, los pedazos que un tiempo fueron hispanos en plenitud de gestas, de ideas y de sentires, como Nápoles y el Franco-Condado, Cerdeña y Flandes, Sicilia y el Milanesado, Malta y el Finale. Todos ellos, pueblos partícipes en la empresa universal que capitaneó Castilla y sostuvo León, la soñadora de imperios.

Tal variedad era el aspecto interno de una solidísima unidad exterior, cimentada en la fuerza inquebrantable de la vigencia de la fe religiosa y de la pasión monárquica, del sentido católico misionero y e la lealtad al rey común de las Españas. La variedad foral fue posible porque cristalizaba en realidades de historia cuajada en culturas y en instituciones aquella ciclópea ilusión de servir mancomunadamente al mismo Dios y al mismo rey (Francisco Elías de Tejada y Spínola, Rafael Gambra Ciudad y Francisco Puy Muñoz, ¿Qué es el Carlismo?, nº 79, Madrid: Escelicer, 1971).

* Un año más, al celebrar la Fiesta de la Hispanidad hacemos votos para que se acoja la feliz iniciativa de dar cabida en las Letanías del Rosario a la invocación a la Reina de la Hispanidad que todos debemos hacer nuestra:



¡REGINA HISPANITATIS, ORA PRO NOBIS!
¡REINA DE LA HISPANIDAD, RUEGA POR NOSOTROS!

domingo, 5 de octubre de 2014

El Obispo de Segorbe-Castellón oficia la Coronación Canónica de la Virgen de la Paciencia

foto el7set.com
El Obispo de la Diócesis Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, junto al párroco mosen José Aguilella, ha oficiado la solemne misa en la que se ha llevado a cabo la Coronación Canónica de la imagen de la Virgen de la Paciencia, dentro de los actos que se están celebrando para conmemorar el 50 aniversario de su regreso a Oropesa del Mar después de 345 años de ausencia.

Al acto religioso han acudido el alcalde de Oropesa del Mar, Rafael Albert; la corporación municipal; el senador, Juan José Ortiz; el Secretario Autonómico de Turismo y Comercio, Daniel Marco; la reina y damas del municipio, la cofradía de la Virgen de la Paciencia, y centenares de fieles que no han querido perderse el acto.

La celebración ha comenzado minutos antes del mediodía oficiada por el Obispo Casimiro López Llorente, quien ha recordado la historia de la Imagen y ha elogiado “la fe y la devoción de los fieles como seña de identidad de amor a la Virgen”.

Así mismo, también ha explicado que el acto de la coronación significa el hecho de “dar un reconocimiento por la fe popular que desde hace tantos años, los vecinos tienen a la Virgen”. Tras la coronación, María Rodrigo, reina de las fiestas, acompañada de sus damas, han obsequiado a la Virgen con la tradicional ofrenda.

La Coral Sant Jaume de Vila-real, ha amenizado la ceremonia religiosa, entonando la Salve como apertura a la celebración.

Esta tarde, los actos continúan con la novena de la Virgen, la subida en Procesión y Ofrenda a la Patrona con la participación de reinas y damas de todas la comisiones y la Cofradía de la Virgen de la Paciencia.

Fuente:el7set.com