Divina Misericordia

domingo, 28 de febrero de 2010

La Iglesia española se moviliza contra las normas sobre el aborto

Abolición “cuanto antes” de la nueva ley del aborto, que “da permiso para matar a los niños”; pleno apoyo a cualquier movilización contra la medida y a favor de la vida; posibilidad de excluir de la comunión eucarística a los políticos que han votado la ley; arranque el 25 de marzo de una campaña de sensibilización para hacer conscientes a los ciudadanos de la gravedad de la cuestión. Es durísima la reacción de los obispos españoles a la aprobación definitiva, por parte del Senado, de la ley de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo. Una ley que, entre otras cosas, consiente incluso a las chicas de 16 años abortar libremente hasta la decimocuarta semana de gestación. El secretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid, la ha definido como “un grave paso atrás en la protección del derecho inviolable a la vida”, en tanto que “no ayuda a la mujer a llevar adelante la maternidad, más bien la deja sola ante sus dificultades”.

Monseñor Martínez Camino, hablando ayer al término de la reunión de la Comisión permanente desarrollada en Madrid, definió el aborto como “un drama y un crimen” y confirmó la voluntad de la Iglesia de continuar defendiendo el derecho de los que van a nacer y ofrecer alternativas a las mujeres que lo necesiten: “Encontrarán en la comunidad católica la casa de la misericordia y del consuelo”, dijo. El secretario general subrayó que la Conferencia Episcopal Española apoyará incondicionalmente “cualquier movilización a favor de la vida y contra de la nueva ley”, como la que se desarrollará en Madrid, en Bilbao y en otras ciudades el 7 de marzo, anunciando para el 25 del mismo mes (“Jornada por la vida” en España) el arranque de una campaña de sensibilización. “Todo lo que se hace para mantener viva la conciencia social sobre lo que está en juego, o sea, el derecho a la vida de los inocentes y de los más débiles que van a nacer es bienvenido, quienquiera que lo haga”, afirmó el obispo, añadiendo que la Iglesia “continuará dando voz a quien no tiene voz y apoyando los movimientos que van en esta dirección”. Para Martínez Camino uno de los aspectos más preocupantes de las nuevas normas es “la instrumentalización de la educación al servicio de la ideología abortista y las restricciones a la objeción de conciencia de los médicos”, definiendo como “una triste perspectiva” la educación dirigida a oscurecer la conciencia del derecho inviolable a la vida de los que van a nacer.

Respecto a la posibilidad de negar la comunión eucarística a los parlamentarios que han votado la ley, el secretario general no la excluyó, haciendo sin embargo una distinción sobre la posición del rey Juan Carlos de Borbón, que deberá promulgarla: “No es lo mismo – ha dicho el prelado – en cuanto que la situación del rey, unida a la firma de la medida, es única y para él valen consideraciones distintas y una calificación moral distinta respecto a un parlamentario que da su voto a la ley pudiendo no darlo”. Y hay quien recuerda el precedente de Balduino, rey de Bélgica, ferviente católico, que en abril de 1990 hizo objeción de conciencia abdicando durante dos días para no firmar una ley similar que ofendía su religión.

Significativa es, en cualquier caso, la dimisión del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) – el partido del presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero – del vicealcalde de Paradas, Joaquín Manuel Montero. “Nunca permitiré que mi nombre aparezca junto al de una organización que legitima la muerte de inocentes”, ha escrito Montero en la carta en la que explica su gesto, criticando el modo en que el PSOE ha conseguido en el Senado “una estrecha mayoría (seis votos) de voluntad comprada a golpe de concesiones”.

Como es sabido, la nueva ley consiente a las mujeres elegir libremente, hasta la decimocuarta semana de embarazo, si abortar o no. La misma facultad es reconocida a las menores de 16 y 17 años que deben, sin embargo, informar al menos a uno de los padres o a un tutor, a no ser que tal comunicación conlleve riesgos de tener repercusiones graves (maltrato, amenazas, exclusión) en el seno de la familia. Una escapatoria, esta última, que amenaza con transformarse en una dramática vía libre, precisamente para las mujeres más jóvenes, las más necesitadas de atenciones y consejos. Según datos recientes del Ministerio de Sanidad y Política Social en España, en 2009, 115.812 mujeres (el 3,27% más que en 2008) se sometieron a la interrupción voluntaria del embarazo, y 10.221 de ellas tenían entre 16 y 18 años.

El aborto es además consentido hasta la vigesimosegunda semana en caso de peligro para la salud de la madre o de graves anomalías del feto, pero solo bajo prescripción médica expresa de profesionales distintos de los que efectuarán la intervención.

Fuente: (© L’Osservatore Romano)

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