Divina Misericordia

lunes, 2 de abril de 2012

Misa Crismal en la diócesis de Segorbe-Castellón hoy lunes 2 de abril

El Obispo insta a la fraternidad entre los sacerdotes para suscitar vocaciones y dar credibilidad al mensaje

Como ya es tradicional, el lunes santo los sacerdotes de Segorbe-Castellón han participado en la Misa Crismal, presidida el Obispo. El objetivo de esta celebración es doble: por una parte, la consagración del santo crisma y la bendición de los demás óleos, que sirven para dispensar determinados sacramentos y ungir los catecúmenos.

Por otra, la renovación de las promesas sacerdotales. Precisamente sobre este aspecto se ha centrado la homilía de mons. Casimiro López Llorente, insistiendo en la fraternidad sacerdotal como condición para atraer vocaciones y dar credibilidad al mensaje de la Iglesia.

El Obispo comenzaba su intervención afirmando que los sacerdotes han “acudido para manifestar delante del pueblo de Dios que participamos en el sacerdocio de Cristo superando una visión individualista del sacerdocio”, y aseguraba que “solo en la medida en que estamos unidos hacemos visible y creíble al sacerdote Cristo-Jesús”.

Mons. López Llorente ha pedido a los presbíteros diocesanos que las relaciones sean siempre constructivas, teniendo una atención particular con los que pasan dificultades: “Debemos ofrecer a los fieles de Cristo no la imagen de hombres divididos, sino de hombres adultos en la fe, capaces de encontrarse más allá de las divisiones en la búsqueda sincera y desinteresada de la verdad”.

Esta fraternidad sacerdotal también tiene implicaciones vocacionales -“los jóvenes se miran en los actuales sacerdotes y sus relaciones como posible proyección”- y es, junto con la unidad con el Obispo y la caridad pastoral hacia los fieles, el medio de construir “comunidades eclesiales fraternas en las que ya se vive lo que se celebra”.

Por todo ello mons. López Llorente ha presentado la celebración de la misa crismal como “un punto de partida en la que se acoge la unidad en la caridad y en la pluralidad que enriquece”, animando a los sacerdotes a crecer en su vida espiritual y deseo de santidad: “El Espíritu Santo es y debe ser el gran protagonista de nuestra vida espiritual, pastoral y fraterna. Cultivemos la vida interior, crezcamos en santidad, dejémonos santificar para dar lo mejor de nosotros mismos, porque la regeneración moral que, por está crisis, está viviendo la sociedad depende de nuestra propia santificación”.

Reconocimiento sacerdotal

Al final de la celebración se ha rendido un homenaje al sacerdote Herminio Pérez Güémez, que este año cumplirá 90 años y 65 de ordenación. Por petición del Obispo, el Santo Padre, Benedicto XVI, le ha otorgado el título de Presbítero de Honor del Papa, reconocimiento que mons. López Llorente ha extendido a todo el presbiterio diocesano. D. Herminio Pérez pertenecía al obispado de Teruel y Albarracín como párroco de Bechí en el momento de la constitución de Segorbe-Castellón, por lo que decidió quedarse en la nueva diócesis al quedar la parroquia asumida por ésta. Entre otros cargos, fue el primer delegado diocesano de medios de comunicación y, hasta hace poco, Canciller-Secretario general del Obispado.


Fuente: ecclesiadigital.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario