Divina Misericordia

domingo, 13 de diciembre de 2009

Por el camino del 50° aniversario

*La diócesis de Segorbe-Castellón se prepara para celebrar la efemérides con un cartel conmemorativo de Amat Bellés y un logotipo realizado por el diseñador Álvaro Bautista.

El decreto de la Sagrada Congregación Consistorial del Vaticano De mutatione finium diocesium Valentinae-Segobricensis- Dertotensis del 31 de mayo de 1960 creaba la nueva diócesis de Segorbe-Castellón. Desde tiempo inmemorial, la capital de la Plana reclamaba ante la Santa Sede ser capital diocesana. Desde el 10 de julio de ese año Castellón adquirió el rango episcopal, elevando a la categoría de Concatedral la secular Arciprestal de Santa María.

En el 2010 se cumplirán 50 años del nacimiento de la nueva demarcación diocesana bicéfala. Para celebrar tal efemérides, la diócesis ha preparado una serie de celebraciones que se prolongarán a lo largo de todo un año y que tendrán un cartel conmemorativo y anunciador de las celebraciones, obra de Amat Bellés, y un logotipo diseñado por Álvaro Bautista, dos trabajos en los que de forma gráfica y solemne se evoca la historia de las bodas de oro del obispado que conforman los territorios de la antigua y extinta diócesis de Segorbe, excepto algunos que pasaron a la archidiócesis de Valencia y los anexionados de la de Tortosa (arciprestazgos de Nules, Vila-real, Castellón, Llucena y Albocàsser), en una aproximación a la división provincial.

Los actos conmemorativos, que se inciarán el próximo día 3 de enero con una Eucaristía que se celebrará en la catedral de Segorbe, incluyen una exposición retrospectiva, publicaciones y diversos eventos culturales.

Los obispos que han ocupado la sede episcopal: Josep Pont i Gol (1960-1972), de clara vocación social, participó en las sesiones del Vaticano II; Josep María Cases Deordal (1972-1996), quien estuvo al lado de los pobres e impulsó la reconstrucción de Santa María; Juan Antonio Reig (1996-2005), de polémica trayectoria, y el actual; Casimiro López, de testimonio evangélico y de fe.

Fuente: El Periódico Mediterráneo

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