A raíz de la Santa Misa celebrada por el Obispo de la diócesis de Alcalá en el Cementerio de los Mártires de Paracuellos, las reacciones no se han hecho esperar. La izquierda anticlerical se ha apresurado a buscar su presa. Son exactamente los mismos que se lanzan sobre los Crucifijos para "destrozarlos" con sus garras. Los mismos que se lanzan sobre la Iglesia para "encarcelarla" en las sacristías y que allí, amordazada, su voz no pueda ser escuchada libremente. Son los mismos que se lanzan sobre la historia adulterándola y purgando los hechos a su conveniencia y conforme a sus oscuros intereses. Son los mismos, cuya única obsesión es su laicismo beligerante y sectario.
Monseñor Reig Plá es sólo la excusa, la presa que esta izquierda atea ha considerado más fácil. Pero el ataque en toda regla se sabe bien hacia quien va dirigido.
En distintos medios de comunicación han aparecido toda clase de comentarios, sin el más mínimo rigor profesional, sin la más mínima ética periodística ni informativa. Cada uno ha ido añadiendo un poco más de su cosecha, sin molestarse tan siquiera en contrastar sus medias "verdades" que al final no son más que viles mentiras.
1. ¿La Santa Misa en memoria de los mártires un acto político? ¿Quien habiendo estado allí se atrevería a hacer semejante afirmación? Tan sólo se atrevería a decirlo un embustero y mendaz.
En la Santa Misa y durante la visita a los enterramientos de los mártires no hubo más que oración , devoción a la memoria de los mártires y humilde petición de perdón a Dios.
2. Ciertamente, es de espíritus bien miserables el burdo intento de ocultar la grandeza histórica del testimonio martirial jugando al despiste y presentando al público una manipulación grosera de aspectos secundarios que nada tenían que ver con lo sustantivo del acto que allí se celebraba, ni con Monseñor Reig Plá.
¿Se puede reducir la sustancia del acto a la presencia de la bandera de España con el escudo del águila de San Juan? ¿Llevó Monseñor Reig Plá la bandera al tiempo que llevó su Báculo Pastoral?
Puede, todo el que quiera, molestarse en buscar fotografías de la Capilla del Cementerio de los mártires de Paracuellos para comprobar que esa bandera siempre ha estado ahí. No fue , por lo tanto, puesta para la ocasión.
Para colmo se miente intencionadamente, con el único fin de dañar la figura del Obispo, denostar el acto religioso allí celebrado con respecto y dignidad, y confundir a los lectores, cuando se afirma que dichos signos son "anticonstitucionales". ¿Podrían serlo cuando están estampados en la portada de la primera edición de la vigente Constitución española? Con vivviendo con la democracia hasta 1981 en que fue cambiada por la actual.
Monseñor Reig Plá no acudió a Paracuellos del Jarama a protagonizar una guerra de símbolos, sino a ejercitar su alto ministerio de Pastor de la Iglesia, dando gracias a Dios por los heraldos de la fe, alabando la memoria de los hijos de la Iglesia que en ese santo lugar fueron inmolados, precisamente por su condición de cristianos.
Monseñor Reig Plá no hizo otra cosa que cumplir con su obligación de Obispo y Pastor de la Iglesia: orar, ofrecer el Santo Sacrificio de la Misa y predicar con valentía el Evangelio de Cristo y la Buena Nueva, alertando a sus fieles de los peligros del presente y proponiendo a los mártires de Cristo como ejemplo e inspiración para sus hermanos, que también hoy, como un día ellos, hemos de esforzarnos por perseverar en la fidelidad al verdadero Rey y Señor de la historia. Sin añoranzas de ningún tipo, pero también sin complejos y sin silencios cobardes.
Todo lo demás es puro cieno, que con toda intención y villanía se pretende arrojar sobre el Pastor, pero que en el fondo no busca otra cosa más que la misma destrucción del rebaño y la confusión de aquellos a quienes se pretende manipular por todos los medios.
3. Finalmente, y como botón de muestra de la bajeza moral de los difamadores. Al finalizar el acto todos los fieles presentes pudieron saludar a Monseñor Juan Antonio. Lo hizo todo aquél que quiso. No hubo en ningún momento tratos aparte para nadie - por otro lado, absolutamente legítimos-. Pero, no los hubo. ¿Por qué y con qué intención se insinúa y se afirma lo contrario? La razón es clara: manipulación, difamación, mentira y extorsión de los hechos.
4. ¿Qué es lo que realmente escuece, una bandera y un escudo, o la realidad de los miles de mártires allí sepultados? ¿Molestan unos signos históricos, absolutamente legítimos para quienes los consideren suyos, o lo que realmente molesta es la historia allí acontecida y que a costa de lo que sea se pretende acallar y ocultar? ¿Molesta Monseñor Reig Plá o lo que realmente molesta es la Iglesia a la que él dignamente representa?
5. Es muy elocuente la distinta bara de medir de la "izquierda de toda la vida". No se lanzan tan velozmente sobre la carroña cuando signos totalitarios y dictatoriales como la hoz y el martillo siguen hondeando al viento por las calles de España -signos con millones de muertos y mártires cristianos a sus espaldas-. Ni tampoco lo hacen cuando otras banderas, sí verdaderamente anticonstitucionales son enarboladas por aquellos que todos bien sabemos. En esos casos no se juega al despiste, ni se desvía la atención.
Lo que están haciendo con Moseñor Reig Plá sólo tiene un nombre: ¡Es una canallada propia de miserables! ¡Gloria y honor a los mártires de Cristo!
Manuel María/ Fraternidad de Cristo Sacerdote y Santa María Reina
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