El Obispo de Segorbe-Castelló, Casimiro López, comparó ayer el aborto con una decapitación y calificó la ley de reforma de plazos que prepara el Gobierno socialista de "demencial". López hizo estas declaraciones ayer en el programa El espejo de la Iglesia, que emite a las tres de la tarde la Cadena Cope."Se está tratando de ocultar que aquí se está destruyendo la vida humana. No es una simple intervención quirúrgica. Si a usted le cortan la cabeza no es una intervención sanitaria", aseguró.
Según López, "la píldora del día después no es, como nos quieren vender, un medio anticonceptivo en una situación de emergencia. No. Es abortivo", alegó el obispo.
Para López, el Gobierno se olvida de una cosa "que es elemental: la vida humana. Están hablando del derecho de la mujer a abortar, que es inexistente. El aborto es eliminar una vida humana, es el derecho a matar. Una argumentación que es algo surrealista".
Para el obispo existe vida humana cuando el óvulo ha sido concebido. "Ése es el problema. Hay que trabajar por la cultura de la vida. Vimos hace unos años el 'póntelo pónselo', como si fuera un juego; ahora se provoca el embarazo no deseado y luego se intenta eliminar, es algo demencial. Esto no es progreso, es un fracaso lo que está pasando en esta sociedad".
Hoy, el obispo asistirá a un nuevo acto de consagración. En menos de un año, el obispo recibirá por segunda vez el voto de castidad de una virgen consagrada. Se trata de María Helena Domènech, natural de Castelló y licenciada en Teología por la Universidad Dominica del Angelicum en Roma, quien se incorporará a la orden de las vírgenes hoy. La ceremonia tendrá lugar en la Parroquia de Santo Tomás de Villanueva de Castelló a las siete de la tarde.
"Es la consagración de una persona, un desposorio. Hay otra forma de vivir el amor, la sexualidad es mucho más amplia que la genitalidad", explica el obispo. López habló también de los medios de comunicación social. "Sólo pido a los medios que transmitan con la mayor exactitud aquello de lo que informan y que diferencien la opinión de la información. Ésa es la ética que debe existir en los medios".
"Después, la orientación ideológica de cada medio marca mucho la transmisión. A veces subrayan más los acontecimientos negativos que los positivos. Sólo pido que sean honrados, transparentes, y que transmitan la realidad de nuestra iglesia con la mayor fidelidad a la verdad", añadió.
Fuente: Levante de Castellón
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