El embajador de Costa Rica en el Vaticano, enamorado de la Virgen de la Cueva Santa, visita Segorbe

El embajador de Costa Rica en el Vaticano, D. Fernando Sánchez Campos, ha visitado la ciudad de Segorbe. Invitado por el consul de este país hispanoamericano en Valencia, D. Manuel Jiménez Galán y acompañados por la directora del CEAM en Segorbe, Dª María José Tebar e integrantes del Consejo de Administración, han recorrido los lugares más emblemáticos de la ciudad segorbina, visitando la Casa Consistorial donde el insigne embajador firmó en el "Libro de Honor de la Ciudad" a petición del alcalde de Segorbe, Rafael Calvo, que le hizo entrega de un bastón segorbino, elemento tradicional de esta ciudad. Tras un almuerzo en un prestigioso restaurante de la localidad, visitaron el Museo Catedralicio, epicentro de su visita, donde le esperaban con sorpresa incluida varios sacerdotes nativos del país latinoamericano.

Una vez en la Catedral de la Diócesis, el embajador y su esposa recorrieron el claustro de planta trapezoidal del siglo XV, para posteriormente visitar una de las grandes joyas de la Catedral de Segorbe, guiados en todo momento por el prestigioso y reputado historiador de arte, D. David MontolíoTorán, también conservador del Museo Catedralicio.

El embajador visitó en primera instancia la sala Donatello, donde encontramos a la Virgen con el Niño en mármol del maestro italiano, y el tríptico de esmaltes de Limoges, del siglo XVI, con escenas de la pasión.

A continuación contempló las numerosas obras en las capillas del claustro, quedando admirado ante la pintura religiosa, observó la brillante “Galería de Primitivos “, correspondiente a las pintura gótica, con las tablas y retablos como los de San Lucas, La Visitación, Santa Clara y Santa Eulalia y el de la Santa Cena, obras de Jacomart, Reixach, Martín Torner, PereSerra, Rodrigo de Osona el joven, etc. Don Fernando Sánchez quedó impactado e impresionado por la galería “Vicente MACIP”, al atento oido de David Montolío.

Finalizando la visita, penetraron al interior de la Catedral y tras unas breves explicaciones del licenciado Montolío, sobre las pintura de la cúpula, observaron los frescos pintados por el pintor valenciano Luís Planes y Manuel Camarón. Antes de salir de la Santa Catedral Basílica, el embajador y la esposa, se reclinaron ambos ante el Santísimo, donde oraron por su familia y el pueblo costarricense.

El diplomático costarricense y su esposa, emocionados y conmovidos al conocer que estaban a tan sólo unos kilómetros del Santuario Mariano de la Cueva Santa prometieron volver para visitar el este lugar Mariano donde se encuentra de forma sobrenatural la presencia de la Virgen María, cuya advocación está muy integrada en Costa Rica. Dª María José Tebar les hizo entrega dos réplicas de la Blanca Paloma, imágenes que fueron bendecidas por los sacerdotes costarricenses.