Comunicado del Obispado de Segorbe-Castellón con respecto a los archivos aparecidos en un ordenador de la parroquia de Vilafamés

En pasado viernes 12 de noviembre, el Obispado de Segorbe-Castellón emitió un comunicado en el que hace pública la suspensión cautelar del sacerdote acusado de “un presunto delito de pornografía infantil a través de Internet”.

“De ser cierta la imputación –indica la nota–, es este un hecho que nos duele profundamente, que lamentamos con sinceridad, y que rechazamos sin paliativo alguno”.

Seguidamente, el Obispado destaca la gravedad del delito que se le imputa al sacerdote, tanto “en el Derecho Penal del Estado” como “en el Derecho Canónico de la Iglesia”.

Tras señalar que “esta conducta contradice el deber y el compromiso a la castidad de todo sacerdote católico y atenta contra la santidad del ministerio sacerdotal y la credibilidad del mismo”, la autoridad eclesiástica reconoce que estos hechos pueden “poner en entredicho en muchos fieles, la fidelidad de la mayoría de nuestros sacerdotes”.

La Diócesis hace pública su disposición a colaborar con la Justicia para “el esclarecimiento de los hechos”, sin que ello sea óbice para que ofrezca al sacerdote imputado “los medios necesarios para su justa defensa”.

Para “evitar el escándalo de los fieles”, y tras haber hablado con el interesado, el Obispado “ha decretado la suspensión cautelar en todos sus cargos así como en el ejercicio del ministerio sacerdotal”.

Por último, se pide “a todos los fieles católicos y a las personas de buena voluntad, que la conducta de un sacerdote no lleve a la desconfianza en todos los demás, que trabajan por ser fieles al Don que han recibido de Dios” y se invita a orar “por la santidad de todos nuestros sacerdotes”.