Tras el habitual besamanos con las autoridades y el discurso del Rey, el Papa pronunció unas sentidas palabras de bienvenida. Comenzó agradeciendo las "inolvidables muestras de simpatía recibidas en mis vistas apostólicas a España" y rememoró las visitas a "Santiago de Compostela y Barcelona" del pasado año. Quiso también agradecer su paciencia a los 2.000 peregrinos que lo llevaban esperando horas en el aeropuerto: "Saludo muy cordialmente a los que estáis aquí reunidos".
Esto hizo estallar en aplausos a todos los asistentes, que comenzaron a corear "Esta es, la juventud del Papa", obligando al Pontífice a interrumpir su discurso y sonreírles. Cuando retomó la palabra, el Papa hizo extensivo su agradecimiento a la "hospitalidad de familias parroquias, y colegios que ha acogido a los peregrinos" en Madrid, que caracterizó como una "ciudad cosmopolita y siempre con las puertas abiertas".
El Papa se refirió a la persecución que padece el catolicismo en "determinados países" y dijo que a los católicos "se les acosa privándoles" de sus símbolos y silenciando a Dios. "Vuelvo a decir a los jóvenes que nada ni nadie os quite la paz, no os avergoncéis del Señor. Él no ha tenido reparo en hacerse como uno de nosotros, experimentar nuestras angustias y llevarlas a Dios". El Papa pidió el "debido respeto" a los católicos así como a "otras legítimas opciones".
La juventud, protagonista de este encuentro, ha sido otro de los asuntos más mencionados por el Santo Padre en su discurso. "Con Dios a su lado, los jóvenes tendrán luz para caminar y razones para la esperanza" dijo, aludiendo a la "difícil situación económica".
Así mismo, dio las gracias por la calurosa acogida del Rey y manifestó su aprecio por los diferentes pueblos de España.
Los Reyes, los primeros en recibir al Papa
Los Reyes han recibido al Papa a pie de pista en el aeropuerto de Barajas, junto a la escalerilla del avión. El Rey Don Juan Carlos fue el primero en saludar al Santo Padre, con el que se mostró muy cercano, al igual que la Reina Doña Sofía. Tras el saludo, sonó el himno de España, y estallaron los aplausos de los asistentes, que coreaban: "Esta es, la juventud del Papa", que ya se perfila como cántico oficial de las JMJ. El himno del Vaticano también se escuchó en el Pabellón oficial.
Después, el Sumo Pontífice saludó a José Luis Rodríguez Zapatero, así como a varios representantes del Gobierno como José Bono, Ramón Jaúregui o Trinidad Jiménez. Una amplia delegación del Ejecutivo acudió al aeropuerto, a diferencia de la última visita del Pontífice.
En el acto de Recepción oficial, también la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre estrechó la mano del Papa, y tras ella, acudieron Mariano Rajoy y Soraya Saénz de Santamaría y Alberto Ruiz Gallardón.
Un viaje de 1.348 kilómetros
Benedicto XVI ha salido a las 09:31 horas del aeropuerto de Ciampino de Roma rumbo a Madrid para participar en la Jornada Mundial de la Juventud, a bordo en un avión Airbus 320 de la compañía italiana 'Alitalia'.
El avión del Papa ha recorrido 1.348 kilómetros y el vuelo ha durado alrededor de dos horas y media. El Papa sobrevoló Italia y Francia hasta llegar a Madrid y, como es habitual, envió sendos telegramas a los jefes de Estado de varios países.
Benedicto XVI ha llegado acompañado por los tres cardenales españoles que forman parte de la Curia Romana, el cardenal Antonio Cañizares, el cardenal Julián Herranz y el cardenal emérito Eduardo Martínez Somalo, además del Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone. También le acompaña su secretario personal Georg Gaenswein y el portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi.
Telegrama del Papa
Benedicto XVI ha enviado un telegrama al Presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, a su salida del aeropuerto de Ciampino de Roma hacia Madrid para participar en la Jornada Mundial de la Juventud y ha asegurado que este evento es "un significativo y extraordinario encuentro eclesial".
Además, el Pontífice ha expresado su "vivo deseo" de encontrarse con los jóvenes "provenientes de todo el mundo" y ha pedido "paz y prosperidad" para los italianos.
También ha enviado otro telegrama al presidente de la República de Francia, Nicolás Sarkozy, en el que ha enviado un "saludo cordial" y ha pedido que Dios "bendiga Francia y dé a todos los habitantes paz y prosperidad".
Esto hizo estallar en aplausos a todos los asistentes, que comenzaron a corear "Esta es, la juventud del Papa", obligando al Pontífice a interrumpir su discurso y sonreírles. Cuando retomó la palabra, el Papa hizo extensivo su agradecimiento a la "hospitalidad de familias parroquias, y colegios que ha acogido a los peregrinos" en Madrid, que caracterizó como una "ciudad cosmopolita y siempre con las puertas abiertas".
El Papa se refirió a la persecución que padece el catolicismo en "determinados países" y dijo que a los católicos "se les acosa privándoles" de sus símbolos y silenciando a Dios. "Vuelvo a decir a los jóvenes que nada ni nadie os quite la paz, no os avergoncéis del Señor. Él no ha tenido reparo en hacerse como uno de nosotros, experimentar nuestras angustias y llevarlas a Dios". El Papa pidió el "debido respeto" a los católicos así como a "otras legítimas opciones".
La juventud, protagonista de este encuentro, ha sido otro de los asuntos más mencionados por el Santo Padre en su discurso. "Con Dios a su lado, los jóvenes tendrán luz para caminar y razones para la esperanza" dijo, aludiendo a la "difícil situación económica".
Así mismo, dio las gracias por la calurosa acogida del Rey y manifestó su aprecio por los diferentes pueblos de España.
Los Reyes, los primeros en recibir al Papa
Los Reyes han recibido al Papa a pie de pista en el aeropuerto de Barajas, junto a la escalerilla del avión. El Rey Don Juan Carlos fue el primero en saludar al Santo Padre, con el que se mostró muy cercano, al igual que la Reina Doña Sofía. Tras el saludo, sonó el himno de España, y estallaron los aplausos de los asistentes, que coreaban: "Esta es, la juventud del Papa", que ya se perfila como cántico oficial de las JMJ. El himno del Vaticano también se escuchó en el Pabellón oficial.
Después, el Sumo Pontífice saludó a José Luis Rodríguez Zapatero, así como a varios representantes del Gobierno como José Bono, Ramón Jaúregui o Trinidad Jiménez. Una amplia delegación del Ejecutivo acudió al aeropuerto, a diferencia de la última visita del Pontífice.
En el acto de Recepción oficial, también la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre estrechó la mano del Papa, y tras ella, acudieron Mariano Rajoy y Soraya Saénz de Santamaría y Alberto Ruiz Gallardón.
Un viaje de 1.348 kilómetros
Benedicto XVI ha salido a las 09:31 horas del aeropuerto de Ciampino de Roma rumbo a Madrid para participar en la Jornada Mundial de la Juventud, a bordo en un avión Airbus 320 de la compañía italiana 'Alitalia'.
El avión del Papa ha recorrido 1.348 kilómetros y el vuelo ha durado alrededor de dos horas y media. El Papa sobrevoló Italia y Francia hasta llegar a Madrid y, como es habitual, envió sendos telegramas a los jefes de Estado de varios países.
Benedicto XVI ha llegado acompañado por los tres cardenales españoles que forman parte de la Curia Romana, el cardenal Antonio Cañizares, el cardenal Julián Herranz y el cardenal emérito Eduardo Martínez Somalo, además del Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone. También le acompaña su secretario personal Georg Gaenswein y el portavoz de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi.
Telegrama del Papa
Benedicto XVI ha enviado un telegrama al Presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, a su salida del aeropuerto de Ciampino de Roma hacia Madrid para participar en la Jornada Mundial de la Juventud y ha asegurado que este evento es "un significativo y extraordinario encuentro eclesial".
Además, el Pontífice ha expresado su "vivo deseo" de encontrarse con los jóvenes "provenientes de todo el mundo" y ha pedido "paz y prosperidad" para los italianos.
También ha enviado otro telegrama al presidente de la República de Francia, Nicolás Sarkozy, en el que ha enviado un "saludo cordial" y ha pedido que Dios "bendiga Francia y dé a todos los habitantes paz y prosperidad".
Fuente: libertaddigital.com
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