El Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (IVC+R) junto con la Diputación de Castellón ha restaurado unas sacras del Archivo de la Catedral de Segorbe. Se trata de tres piezas singulares del rico patrimonio documental y bibliográfico de la institución catedralicia.
La Directora del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, Carmen Pérez, ha presentado esta mañana la restauración de unas sacras del Archivo de la Catedral de Segorbe. Pérez ha estado acompañada del Diputado de Cultura, Miguel Ángel Mulet.
El Archivo de la Catedral de Segorbe es, sin lugar a dudas, uno de los fondos más importantes dentro de los archivos eclesiásticos de la Comunidad Valenciana. El deterioro sufrido en el mismo durante la guerra civil hace que se necesite de intervenciones, que permitan restaurar los daños sufridos por la documentación y recuperar la misma para su conservación futura.
La primera de las obras restaurada se trata de un pergamino real, fechado en Madrid en 1652, que contiene un sello pendiente de cera roja. El documento es la autorización concedida a don Vicente de Aragón, señor de las baronías de Soneja y Azuebar, para cargar un censo sobre estas propiedades, censal que se responderá al Cabildo de la Catedral y sobre el que en su impago se pleitearía ante la Real Audiencia, por lo que el pergamino original del privilegio y licencia se aportó a la documentación judicial.
La segunda obra intervenida es una sacra portátil, elemento que sustituía al misal en los desplazamientos de eclesiásticos a lugares pequeños o, como en el caso que nos ocupa, cuando estos se movían por un territorio en lo que se denominaba misiones. Está formado por un libro a modo de tríptico, con las cubiertas de piel gofrada en las que destaca en relieve el escudo de los jesuitas, lo que puede situar su origen de procedencia en el colegio de la orden en Segorbe, y en su interior tres hojas de papel en las que aparece escrito el texto de las partes fijas de la misa, como son las oraciones y la consagración. Obra del siglo XVII impresa en Lión por Claude Savary, contiene unos grabados coloreados realizados por Jacques de Werst con escenas eucarísticas y de la pasión.
El constante uso de la misma era palpable por la gran cantidad de cera adherida a las hojas, por lo que la intervención pretendía eliminar la cera que ocultaba parte de los grabados, además de consolidar los papeles y limpiar la piel de cubierta.
Por último, la intervención restauradora más destacable es la que ha permitido la recuperación de un libro litúrgico, cuyo estado anterior de conservación impedía incluso conocer de qué obra se trataba. Tras la restauración y un meticuloso trabajo de recomposición, se ha podido constatar que se trata de un Evangeliario, impreso en Madrid en 1594, que contiene los textos oficiales de los evangelios para las celebraciones religiosas, decorado en algunas de sus páginas con hermosos grabados.
El documento recuperado, y en este caso concreto la palabra adquiere su pleno significado, incorpora al patrimonio bibliográfico escaso de la publicación la singularidad de tratarse del único ejemplar, de los hasta hoy cuatro conocidos, cuyos grabados son distintos a los que aparecen en los otros, y una datación de estos posterior a la fecha de edición de la obra, lo cual añade un valor especial al trabajo realizado para su recuperación y conservación.
La Directora del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, Carmen Pérez, ha presentado esta mañana la restauración de unas sacras del Archivo de la Catedral de Segorbe. Pérez ha estado acompañada del Diputado de Cultura, Miguel Ángel Mulet.
El Archivo de la Catedral de Segorbe es, sin lugar a dudas, uno de los fondos más importantes dentro de los archivos eclesiásticos de la Comunidad Valenciana. El deterioro sufrido en el mismo durante la guerra civil hace que se necesite de intervenciones, que permitan restaurar los daños sufridos por la documentación y recuperar la misma para su conservación futura.
La primera de las obras restaurada se trata de un pergamino real, fechado en Madrid en 1652, que contiene un sello pendiente de cera roja. El documento es la autorización concedida a don Vicente de Aragón, señor de las baronías de Soneja y Azuebar, para cargar un censo sobre estas propiedades, censal que se responderá al Cabildo de la Catedral y sobre el que en su impago se pleitearía ante la Real Audiencia, por lo que el pergamino original del privilegio y licencia se aportó a la documentación judicial.
La segunda obra intervenida es una sacra portátil, elemento que sustituía al misal en los desplazamientos de eclesiásticos a lugares pequeños o, como en el caso que nos ocupa, cuando estos se movían por un territorio en lo que se denominaba misiones. Está formado por un libro a modo de tríptico, con las cubiertas de piel gofrada en las que destaca en relieve el escudo de los jesuitas, lo que puede situar su origen de procedencia en el colegio de la orden en Segorbe, y en su interior tres hojas de papel en las que aparece escrito el texto de las partes fijas de la misa, como son las oraciones y la consagración. Obra del siglo XVII impresa en Lión por Claude Savary, contiene unos grabados coloreados realizados por Jacques de Werst con escenas eucarísticas y de la pasión.
El constante uso de la misma era palpable por la gran cantidad de cera adherida a las hojas, por lo que la intervención pretendía eliminar la cera que ocultaba parte de los grabados, además de consolidar los papeles y limpiar la piel de cubierta.
Por último, la intervención restauradora más destacable es la que ha permitido la recuperación de un libro litúrgico, cuyo estado anterior de conservación impedía incluso conocer de qué obra se trataba. Tras la restauración y un meticuloso trabajo de recomposición, se ha podido constatar que se trata de un Evangeliario, impreso en Madrid en 1594, que contiene los textos oficiales de los evangelios para las celebraciones religiosas, decorado en algunas de sus páginas con hermosos grabados.
El documento recuperado, y en este caso concreto la palabra adquiere su pleno significado, incorpora al patrimonio bibliográfico escaso de la publicación la singularidad de tratarse del único ejemplar, de los hasta hoy cuatro conocidos, cuyos grabados son distintos a los que aparecen en los otros, y una datación de estos posterior a la fecha de edición de la obra, lo cual añade un valor especial al trabajo realizado para su recuperación y conservación.
Fuente: gva.es
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