Monseñor Casimiro López Llorente titula su carta dominical "¡Acojamos la Cruz con nuestros jóvenes!". En ella también destaca la visita de la Cruz de los Jóvenes y el Icono de la Virgen a la diócesis de Segorbe-Castellón del 5 al 11 de febrero.
¡Acojamos la Cruz con nuestros jóvenes!
Este año celebraremos en Madrid la Jornada Mundial de la Juventud. Será a mediados del mes de Agosto y estará presidida por el Santo Padre, Benedicto XVI. Si bien la Jornada se celebra anualmente el Domingo de Ramos desde hace veinticinco años, sin embargo cada tres años, el Papa convoca a los jóvenes cristianos de todo el mundo en distintos países. La JMJ fue una iniciativa profética del Papa Juan Pablo II, que en mayo será declarado beato y también patrono de las Jornadas. A lo largo de estos años, este acontecimiento se ha mostrado como un evento de gracia, que está dando abundantes frutos: ofrece a las nuevas generaciones la oportunidad de encontrarse, de ponerse a la escucha de la Palabra de Dios, de descubrir la belleza de la Iglesia y de vivir experiencias fuertes de fe, que han llevado a muchos a la decisión de entregarse totalmente a Cristo en el ministerio ordenado, en la vida consagrada o de vivir como cristianos adultos en el matrimonio o en el mundo.
Para que también la próxima JMJ en Madrid sea un evento de gracia, nuestros jóvenes han de ser animados a participar y han de prepararse con esmero. Así lo están haciendo desde hace tiempo, un buen número de jóvenes de nuestra Diócesis orando y reflexionado en sus grupos sobre el hermoso mensaje de Benedicto XVI ‘Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe’; o participando en buen número en las vigilias de oración los primeros viernes de mes en iglesias de nuestra Diócesis. Lo más importante es ayudar a nuestros jóvenes a encontrarse con Jesucristo y el Evangelio, para que se dejen interpelar y transformar por Él y así vayan creciendo en la fe y vida cristiana en el seno de la comunidad de los creyentes. Juntos pueden experimentar la belleza de la fe y su concordancia con el hombre, la vida y el mundo, y el gozo de ser cristianos.
En este proceso preparatorio de la JMJ se enmarca la visita de la Cruz de los Jóvenes y el Icono de la Virgen a nuestra Diócesis del 5 al 11 de febrero próximo. Desde el Domingo de Ramos pasado están visitando las Diócesis de España. Ahora nos toca a nosotros acoger estos dos símbolos emblemáticos de la JMJ, regalos del Papa Juan II, que con ellos nos entregó el testigo en este caminar. Los actos programados a lo largo y ancho de la Diócesis serán variados e intensos: acogida de la cruz y del icono, viacrucis, vigilias de oración y adoración de la Cruz y celebraciones de la Eucaristía. En ellos participarán todas las parroquias más cercanas a cada una de las sedes elegidas.
Todos los diocesanos estamos convocados a participar: no sólo los jóvenes, aunque ellos sean los primeros destinatarios y los protagonistas. Pero no queremos que estén solos. Por eso os pido a todos los miembros de la comunidad diocesana, sobre todo a mayores y niños, que animéis y arropéis a nuestros jóvenes. Con nuestra participación en los actos podemos mostrar a nuestros jóvenes, que les queremos, que nos importan y nos preocupa su presente y su futuro, que son la esperanza de nuestra Iglesia y de nuestra sociedad, y que nos importa su fe y su vida cristiana. Contemplar además el rostro joven de la Iglesia nos vendrá muy bien a todos. Participemos en este acontecimiento en un clima de fe y de fiesta cristiana. Que sea una manifestación de fe en Cristo Jesús, que nos dio su amor y su vida en la Cruz, y de devoción a la Virgen.
¡Acojamos la Cruz con nuestros jóvenes!
Este año celebraremos en Madrid la Jornada Mundial de la Juventud. Será a mediados del mes de Agosto y estará presidida por el Santo Padre, Benedicto XVI. Si bien la Jornada se celebra anualmente el Domingo de Ramos desde hace veinticinco años, sin embargo cada tres años, el Papa convoca a los jóvenes cristianos de todo el mundo en distintos países. La JMJ fue una iniciativa profética del Papa Juan Pablo II, que en mayo será declarado beato y también patrono de las Jornadas. A lo largo de estos años, este acontecimiento se ha mostrado como un evento de gracia, que está dando abundantes frutos: ofrece a las nuevas generaciones la oportunidad de encontrarse, de ponerse a la escucha de la Palabra de Dios, de descubrir la belleza de la Iglesia y de vivir experiencias fuertes de fe, que han llevado a muchos a la decisión de entregarse totalmente a Cristo en el ministerio ordenado, en la vida consagrada o de vivir como cristianos adultos en el matrimonio o en el mundo.
Para que también la próxima JMJ en Madrid sea un evento de gracia, nuestros jóvenes han de ser animados a participar y han de prepararse con esmero. Así lo están haciendo desde hace tiempo, un buen número de jóvenes de nuestra Diócesis orando y reflexionado en sus grupos sobre el hermoso mensaje de Benedicto XVI ‘Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe’; o participando en buen número en las vigilias de oración los primeros viernes de mes en iglesias de nuestra Diócesis. Lo más importante es ayudar a nuestros jóvenes a encontrarse con Jesucristo y el Evangelio, para que se dejen interpelar y transformar por Él y así vayan creciendo en la fe y vida cristiana en el seno de la comunidad de los creyentes. Juntos pueden experimentar la belleza de la fe y su concordancia con el hombre, la vida y el mundo, y el gozo de ser cristianos.
En este proceso preparatorio de la JMJ se enmarca la visita de la Cruz de los Jóvenes y el Icono de la Virgen a nuestra Diócesis del 5 al 11 de febrero próximo. Desde el Domingo de Ramos pasado están visitando las Diócesis de España. Ahora nos toca a nosotros acoger estos dos símbolos emblemáticos de la JMJ, regalos del Papa Juan II, que con ellos nos entregó el testigo en este caminar. Los actos programados a lo largo y ancho de la Diócesis serán variados e intensos: acogida de la cruz y del icono, viacrucis, vigilias de oración y adoración de la Cruz y celebraciones de la Eucaristía. En ellos participarán todas las parroquias más cercanas a cada una de las sedes elegidas.
Todos los diocesanos estamos convocados a participar: no sólo los jóvenes, aunque ellos sean los primeros destinatarios y los protagonistas. Pero no queremos que estén solos. Por eso os pido a todos los miembros de la comunidad diocesana, sobre todo a mayores y niños, que animéis y arropéis a nuestros jóvenes. Con nuestra participación en los actos podemos mostrar a nuestros jóvenes, que les queremos, que nos importan y nos preocupa su presente y su futuro, que son la esperanza de nuestra Iglesia y de nuestra sociedad, y que nos importa su fe y su vida cristiana. Contemplar además el rostro joven de la Iglesia nos vendrá muy bien a todos. Participemos en este acontecimiento en un clima de fe y de fiesta cristiana. Que sea una manifestación de fe en Cristo Jesús, que nos dio su amor y su vida en la Cruz, y de devoción a la Virgen.
Fuente: cope.es
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