Divina Misericordia

sábado, 25 de septiembre de 2010

Los católicos se suman a la Huelga General

*El Consejo de Laicos del Arzobispado de Madrid invita a los católicos a sumarse a la huelga general "con algún distintivo de color blanco"

"Convocamos a todos, trabajadores o no, a la acción, a la justa protesta ante la crisis por parte de las personas de buena voluntad que no se sienten representados ni por unos ni por otros", dice el Consejo de Laicos de Madrid, en un comunicado firmado por su presidenta Lourdes Fernández de Bulnes.

Con un objetivo muy concreto. "Para que libres de presiones externas, podamos expresar visualmente a todos los demás nuestra protesta pacífica en cualquier lugar en que nos encontremos y sintamos la cercanía de todos los que, como nosotros, lleven un distintivo blanco".

A continuación, el Consejo de Laicos del arzobispado madrileño se extiende sobre las razones que justifican la huelga del pañuelo blanco. Primero, porque "nadie mínimamente informado puede dejar de sentirse preocupado por esta situación".

En segundo lugar, porque no es tiempo de "amilanarnos" ni de "quejarnos, sino de participar más activamente en la vertebración social". Eso quiere decir más en concreto, según el Consejo de Laicos, que "es el momento de implicarnos en política: momento de la preocupación y de la responsabilidad por los demás. Nuestro compromiso asociativo, sindical y político es más urgente que nunca".

A través de ese compromiso de los cristianos, se pretende conseguir una "regeneración democrática", para que "la exigencia de rendir cuentas al pueblo por una representatividad que hemos dado y han perdido, sea permanente y no sólo cada cuatro años, sin compromiso alguno".

Una regeneración democrática para que "los gobernantes coloquen en el centro de sus actividades y reivindicaciones a las personas, especialmente a los más empobrecidos, los hagan protagonistas de sus acciones y rompan el pragmatismo imperante".

Porque, para el Consejo de Laico de Madrid, "no saldremos de la crisis económica con justicia y humanidad si no rectificamos el rumbo y nos empeñamos en volver al mismo camino que seguíamos antes de la crisis".

Por su parte, la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), considera que hay razones suficientes para la Huelga General según señala su presidenta María Pino Jimenez quien asegura que “lo que se pretende es que los trabajadores se queden sin protección alguna y se vean obligados a aceptar las condiciones de trabajo que generen más beneficios para el capital”.

“La Iglesia –añade Jiménez– siempre ha defendido la primacía del ser humano sobre el capital y el propio Benedicto XVI en la encíclica Caritas in veritate nos recuerda que el primer capital a salvaguardar y valorar es el hombre, la persona en su integridad”.

En ningún caso, su conformidad con la protesta laboral significa un cheque en blanco a los sindicatos, pues considera que “su futuro va a depender de que los trabajadores más pobres sean su núcleo, fundamento y orientación, y de que desde ellos se planteen la solidaridad con todos los pobres del mundo”.

En la misma línea crítica con los sindicatos se ha pronunciado la Comisión Nacional de las Hermandades del Trabajo. La copresidenta de esta organización apostólica, Marisa San Juan, es categórica al hablar de la huelga del 29-S: “Es justa y necesaria como defensa de unos logros, que no privilegios, que con la reforma laboral se han perdido”. Y porque, además, “debe ser también un acto de protesta ante la injusticia que suponen las actuaciones de nuestras autoridades”.


Buscar otro modelo

Para el director del Departamento de Pastoral Obrera de la Conferencia Episcopal, Fernando Díaz Abajo, “los cristianos estamos llamados a mirar la realidad y la reforma laboral, desde una perspectiva bíblica y, más en concreto, desde los pobres, a quien Jesús convierte en jueces”. Cree que hay que “buscar caminos para que el modelo de producción y consumo sea otro que permita vivir y cultivar la vida personal, familiar, cultural, social y religiosa”.

Delegaciones diocesanas de Pastoral Obrera como las de Canarias, Ciudad Real, Coria-Cáceres, Madrid, Sevilla y Zaragoza han expresado su comprensión de los motivos que han llevado a los sindicatos a convocar la huelga general.

Un prelado que sí se pronunció fue el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, quien en una cita con los líderes provinciales de UGT y CCOO les transmitió su preocupación “por las consecuencias que la falta de trabajo y el deterioro del mundo de las relaciones laborales tienen de manera directa sobre los trabajadores y sus familias”. Además, recurriendo al número 304 del Compendio del magisterio social recopilado por el Pontifico Consejo de Justicia y Paz, explicó que “la huelga, según la Doctrina Social de la Iglesia, es moralmente legítima cuando es un recurso inevitable para conseguir un beneficio proporcionado en relación al bien común”.

Fuente: jarabeauténtico

1 comentario:

  1. Los qué????????? Con una fuente como Jarabe auténtico no puede haber mejor desinformación. Los católicos, sí, como si lo hubiera ordenado el Papa bajo pena de excomunión. Y después ese cartel pelagiano, herético. La dirección de este sitio web debe hacer un buen exámen de conciencia.

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