
El contenido de la formación, impartido por el consiliario diocesano de la Acción Católica, Manuel Agost, que también ha participado en la elaboración del materia del Itinerario, se centró en dos ideas fundamentales: la necesidad de unir la fe y la vida –“no podemos se cristianos de domingo y tener otra cara en la familia o el trabajo durante la semana”, se repitió con insistencia- y la metodología propia de esta propuesta formativa, que se basa en el método de la revisión de vida, es decir, el ver-juzgar-actuar.
Como complemento indispensable a las explicaciones teóricas, los participantes tuvieron la ocasión de practicar la metodología trabajando uno de los temas en grupos. La experiencia de los futuros animadores fue muy positiva, resaltando la posibilidad de avanzar en la reflexión y conversión personal al ser concreto, el soporte del grupo, la pluralidad de experiencias posibles, o el buen papel del acompañante. En definitiva, todos se quedaron con ganas de comenzar.
El Itinerario es un proyecto nacido en la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar, y que la Diócesis, a través de la Delegación diocesana, ha asumido como propio, especialmente para llevar a cabo la propuesta de formación de de adultos, que es una de las prioridades del Plan Diocesano de Pastoral para el próximo curso. Recaredo Salvador, delegado de apostolado seglar, ha asegurado que desde la Delegación se seguirá acompañando a los animadores, y que en septiembre se dará un nuevo impulso a la creación de estos grupos, especialmente dirigiéndose a sacerdotes y arciprestazgos.
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