La diócesis de Segorbe-Castellón recupera la memoria y herencia del Concilio Vaticano II, con motivo del 50 aniversario de su apertura por el Papa Bueno, el Beato Juan XXIII, efeméride que el actual Pontífice, Benedicto XVI, ha aprovechado para declara un año de la Fe. A nivel diocesano, este domingo se distribuirán cerca de 8.000 ejemplares de un número especial de Hoja Parroquial dedicado al mayor acontecimiento de la Iglesia Católica del siglo XX.
En un artículo elaborado para la ocasión, el Obispo diocesano, monseñor Casimiro López Llorente, indica el mensaje fundamental del Concilio: “el cristianismo en su esencia consiste en la fe en Dios, que es Amor trinitario, y en el encuentro, personal y comunitario, con Cristo que orienta y guía la vida. Todo lo demás se deduce de ello”. Así mismo anima a retomar sus documentos y releerlos de nuevo.
Además, la revista diocesana también ofrece un recorrido de la A a la Z del Concilio, explicando los documentos que elaboró, la renovada visión de la Iglesia, su especificidad, los participantes o su actualidad. A este efecto, se retoma la declaración de Juan Pablo II al inicio del mileno, en la que afirmaba que “a medida que pasan los años, aquellos textos no pierden su valor ni su esplendor. Es necesario leerlos de manera apropiada y que sean conocidos y asimilados como textos cualificados y normativos del Magisterio, dentro de la Tradición de la Iglesia” (NMI 57).
Como un testimonio directo al Vaticano II, hayuna entrevista con el sacerdote Elías Sanz, que fue administrador apostólico de la Diócesis antes de la llegada de monseñor López Llorente, y que estuvo en Roma durante la segunda sesión del Concilio. Sanz explica anécdotas de Juan XXIII, recuerda cómo era el ambiente entre los estudiantes de teología, y da criterios para valorar la herencia del Concilio Vaticano II.
Fuente: agenciasic.es
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