Como cada año, la fiesta de la Ascensión del Señor, que se celebra este próximo domingo 20 de mayo, trae a la actualidad el papel de las comunicaciones sociales y su relación con la Evangelización. En este día el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales fecha su Jornada Mundial, que este año 2012 se presenta con el lema “Silencio y Palabra: camino de evangelización”. Así lo dispuso el pasado 24 de enero, festividad de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas, el Papa Benedicto XVI en su Mensaje para esta 46 Jornada Mundial.
El Concilio Vaticano II, en el nº 18 de su Decreto Inter Mirifica, dejaba ya claramente señalados los objetivos de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales al establecerlos para toda la Iglesia.
Entre los objetivos se señala la formación de las conciencias ante las responsabilidades que incumben a cada individuo, grupo o sociedad, en la formación de la opinión pública y en el uso y desarrollo de los medios de comunicación.
Se indica, además, la invitación a la oración para ofrecer el testimonio de que el hombre depende en todo de su Creador y para dar a los “medios” el carácter religioso que, como dones maravillosos de Dios, les es debido. También para que a todos se nos conceda el tomar conciencia de nuestro deber ante la variada problemática de estos medios y sus grandes responsabilidades.
Tampoco se olvida entre sus objetivos cómo se precisa de la generosa colaboración económica –signo de solidaridad– para “promover, sostener y fomentar las instituciones y las iniciativas promovidas por la Iglesia en esta materia”.
Secundando los propósitos de esta Jornada Mundial, entre las actividades que promueve la Iglesia en España cabe destacar los cursos de formación en la comunicación social para sacerdotes, educadores, religiosos y religiosas, padres, seminaristas y agentes de pastoral. Igualmente se considera la creación de publicaciones religiosas católicas y se promueve el sostenimiento de las iniciativas de la Iglesia en la pastoral de las comunicaciones sociales.
El Concilio Vaticano II, en el nº 18 de su Decreto Inter Mirifica, dejaba ya claramente señalados los objetivos de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales al establecerlos para toda la Iglesia.
Entre los objetivos se señala la formación de las conciencias ante las responsabilidades que incumben a cada individuo, grupo o sociedad, en la formación de la opinión pública y en el uso y desarrollo de los medios de comunicación.
Se indica, además, la invitación a la oración para ofrecer el testimonio de que el hombre depende en todo de su Creador y para dar a los “medios” el carácter religioso que, como dones maravillosos de Dios, les es debido. También para que a todos se nos conceda el tomar conciencia de nuestro deber ante la variada problemática de estos medios y sus grandes responsabilidades.
Tampoco se olvida entre sus objetivos cómo se precisa de la generosa colaboración económica –signo de solidaridad– para “promover, sostener y fomentar las instituciones y las iniciativas promovidas por la Iglesia en esta materia”.
Secundando los propósitos de esta Jornada Mundial, entre las actividades que promueve la Iglesia en España cabe destacar los cursos de formación en la comunicación social para sacerdotes, educadores, religiosos y religiosas, padres, seminaristas y agentes de pastoral. Igualmente se considera la creación de publicaciones religiosas católicas y se promueve el sostenimiento de las iniciativas de la Iglesia en la pastoral de las comunicaciones sociales.
La Comisión Episcopal de Comunicación
En la Iglesia Española, la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social fue erigida en 1966 a la par que se constituía la Conferencia Episcopal . Nació siguiendo las indicaciones del decreto Inter Mirifica del Concilio Vaticano II, que establece como misión de las oficinas responsables velar para que la conciencia de los fieles se forme rectamente sobre el uso de estos instrumentos y para estimular y organizar todo lo que los católicos realizan en este campo.
Para ello, además de la organización sectorial en los departamentos de prensa, de cine, y de radio y de televisión, tiene articulada su tarea coordinando el trabajo de las distintas delegaciones diocesanas y de la presencia de la Iglesia en los medios de titularidad pública, fomentando el uso de las comunicaciones sociales en la tarea pastoral, animando nuevos proyectos educativos, formando tanto a los agentes pastorales en el uso de los medios de comunicación social como a los fieles en cuanto destinatarios responsables de dichos medios, y realizando una reflexión ética y moral sobre las comunicaciones sociales, a la par que difundiendo la doctrina de la Iglesia en este campo.
Para ello, además de la organización sectorial en los departamentos de prensa, de cine, y de radio y de televisión, tiene articulada su tarea coordinando el trabajo de las distintas delegaciones diocesanas y de la presencia de la Iglesia en los medios de titularidad pública, fomentando el uso de las comunicaciones sociales en la tarea pastoral, animando nuevos proyectos educativos, formando tanto a los agentes pastorales en el uso de los medios de comunicación social como a los fieles en cuanto destinatarios responsables de dichos medios, y realizando una reflexión ética y moral sobre las comunicaciones sociales, a la par que difundiendo la doctrina de la Iglesia en este campo.
Fuente: agenciasic.es
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